Los días felices de Valverde en Mikrolimano

El Txingurri dejó huella en El Pireo, donde es un héroe

Si visitan El Pireo, pueden rastrear las huellas de Ernesto Valverde por Mikrolimano (“pequeño puerto”). Con vistas a barcos deportivos y pequeños botes de pesca, allí le gustaba pasear y almorzar o cenar con su equipo al Txingurri. Papaionnau o Varoulko eran sus restaurantes. Pese a ser discreto, le resultaba imposible pasar inadvertido. Mikrolimano está a medio camino entre el cuartel general del club, unas privilegiadas oficinas en el puerto deportivo, Karaiskakis y el estadio de la Paz y la Amistad. Ese triángulo imaginario es el corazón del Olympiacos.

Valverde dirigió tres temporadas al Thrylos (Leyenda), que así se conoce a un club con múltiples secciones: baloncesto, voleibol, atletismo, vela. A los últimos Juegos de Río aportó 30 atletas. Valverde se convirtió pronto en un héroe. En la temporada 2008-09 ganó la Superliga pero, sobre todo, levantó la Copa después de ganar una final histórica al AEK después de 34 penaltis. Aunque Panathinaikos sea el archienemigo (la rivalidad entre la Gate 7 roja y la Gate 13 verde es histórica), AEK, PAOK y Aris también son considerados de máxima rivalidad. Valverde se marchó en junio de 2009 pero regresó en agosto de 2010 cuando Evangelos Marinakis, dueño y jefe supremo del club, le rogó que regresase. Ganó otras dos Ligas y una Copa más con un gol de Fuster en el 119’. Tenía estrella.

Residente en Glyfada y Voula, barrios elegantes a pie de playa, en Grecia sorprendió su facilidad para introducirse incluso en el círculo cultural. Valverde, que había cursado estudios de fotografía en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya, presentó una exposición en el Ileana Tounta. Se tituló Medio Tiempo. Durante su estancia en Atenas, Valverde se había dedicado a inmortalizar sus escapadas a Kolonaki y Sunion, el templo de Poseidón, sus viajes con Olympiacos a Vietnam o incluso a alguno de sus jugadores más polémicos como el argelino Rafik Djebbour, conocido como The Terrorist y que celebraba sus goles simulando disparar un revólver.

A final de la temporada 2011-12, Valverde decidió abandonar Atenas “por motivos personales”, aunque lo cierto es que Grecia vivía un fortísimo periodo de recesión y en marzo el Eurogrupo había aprobado un segundo programa de rescate. Desde entonces, Olympiacos ha tenido hasta diez entrenadores, entre ellos los españoles Míchel y Víctor Sánchez del Amo. El Txingurri vuelve en un momento caliente. Olympiacos vive su peor racha en la Superliga griega en los últimos 24 años. Los capitanes, Pomao, Fortounis y Botía, utilizaban ayer los periódicos de inclinación ‘roja’ (Fos y Protathlitis) para pedir apoyo. De momento han conseguido una tregua de la afición, que aprovechará (cómo no, será la Gate 7) para rendir tributo a Valverde, quien ya recibió en su día un homenaje. “Leyenda para siempre”. No está confirmado que el Txingurri tenga tiempo para dar un paseo por Mikrolimano… Pero seguirá siendo héroe en El Pireo, donde dejó un gran recuerdo.

Éxito y talismán Ganó tres Ligas y dos Copas y cultivó la fotografía