La astucia de Gerard da aire al Espanyol
Marcó en posición dudosa; el Betis, muy previsible
La astucia le pudo a la ciencia. Piatti y Gerard, en pocos toques, se impusieron al juego asociativo del Betis, que fue un quiero y no puedo. El hombre contra la máquina. Derrotó Quique Sánchez Flores a su tocayo Setién, congelando la privilegiada marcha verdiblanca en esta Liga y aliviando a un Espanyol que gana cinco semanas después y se evita problemas mayores.
Pronto el guion fue el esperado: trató de elaborar más el Betis, pero le costó salir desde atrás y se topó con el orden defensivo de un Espanyol que alternó presión alta con bloque medio. Salvo en una ocasión, la más clara del primer periodo, en la que tras asociarse bien los hombres de Setién disparó Fabián al larguero. Habían dispuesto ya los blanquiazules de un tiro audaz de Hermoso desde su propio campo, que por poco no sorprende a Adán, y responderían a la de Fabián con un cabezazo de Gerard a la salida de un córner que el portero bético repelió como pudo.
Hermoso sería protagonista de nuevo al borde del descanso como víctima de un posible penalti de Barragán, que se le abalanzó. La típica acción en la que un árbitro no duda en decretar falta cuando sucede fuera del área. El lateral verdiblanco obligaría a Pau a estirarse, en la reanudación, en una incorporación en la que ese desorden posicional provocó el desbarajuste defensivo de un Espanyol que poco tardaría en respirar aliviado. Lo logró en el 55’, en un pase interior de Piatti que Gerard, partiendo en probable fuera de juego, bajó con el pecho entre centrales para fusilar con la zurda a Adán.
La tuvo León. Llegaba el Betis a Cornellà con 12 tantos entre Sanabria y Sergio León, pero ninguno mantuvo su idilio con el gol, pese a que el cordobés, que entró desde el banquillo, tuvo el empate ante Pau en una incursión clarísima.
También se acercaron, pero al 2-0, David López, Baptistao y Jurado, sustituido en el último tramo por un Melendo que recibió el premio por su buen papel en la Copa. La recompensa esta vez fue la victoria.