El encaje de Zidane al 3-4-2-1 del Tottenham
Se espera la solución del técnico tras el desastre ante un Girona con el mismo dibujo
Tiempo de respuestas. El aire de la Champions acude al rescate de un Madrid descatalogado en LaLiga por su propia ineficacia y actitudes dudosas como la de Girona. Bajo la mística de Wembley resulta reglamentario que repare su aturdimiento táctico y recupere el volumen futbolístico de la Supercopas frente a un Tottenham que, casi con toda seguridad, implantará el 3-4-2-1 que tanto ha descolocado al equipo de Zidane.
Un tercer central. La incógnita se asienta en qué hará Zidane. Parece que jugará con el mismo once y el mismo dibujo de Montilivi, pero deberá armarse mejor, pegar sus líneas por dentro y cerrar las bandas. Le queda el recurso de desplegar a su equipo con el sistema de tres centrales (Nacho, Casemiro y Ramos) con el que terminó en Girona. Casi igualaría, sobre el papel, la formación del Tottenham. La lupa mirará a un Marcelo que ya sufrió notablemente en el Bernabéu ante Sissoko y Aurier.
Encontrar a Isco. El estado pletórico del malagueño le erige en el futbolista más desequilibrante del ataque madridista en la actualidad (participación directa en ocho goles y 20 pases que acabaron en ocasión). Sus funciones se extenderán al perfil izquierdo y al interior de la mediapunta y se desdoblará a la espalda de Aurier y los mediocentros ingleses. Será una concesión equivocada del Madrid al Tottenham el hecho de que Isco tenga que bajar a la medular para iniciar la jugada como en Montilivi.