El Sevilla busca venganza en la fortaleza de Nervión
Tras casi un año sin caer en casa, ganar al Spartak es vital
EI 5-1 con el que el Sevilla volvió de Moscú aún escuece dos semanas después. Sin embargo, el calendario ha querido que el Sevilla se pueda vengar pronto y con todo el viento a favor. No quedan entradas en el Sánchez Pizjuán y la grada será completamente sevillista, ya que la UEFA sancionó a la afición del Spartak por los incidentes en Maribor con la prohibición de acceder a estadios rivales. Y en Nervión no gana nadie desde que lo hiciera la Juventus hace un año.
Si todo lo externo sonríe al Sevilla, lo interno también debería hacerlo. Las victorias ante Leganés y Cartagena suturaron las heridas de San Mamés, Moscú y Mestalla pero, lo más importante, hicieron que Berizzo diera con la tecla del sistema que mejor le va a su plantilla. El doble pivote Nzonzi-Pizarro resta creatividad en la medular pero ayuda a que al Sevilla sea mucho más difícil sorprenderlo al contragolpe. Y, sobre todo, el tener claro ya que Sarabia es ahora mismo titular indiscutible y capitán general de la tropa sevillista hace que las opciones de triunfo esta noche se multipliquen por bastante.
Porque el Sevilla necesita ganar al Spartak si no quiere ver cómo el pase a los octavos de final se le complica y mucho. Mientras que un triunfo supondría que al Sevilla le faltarían tres de los seis puntos que quedarían para estar en octavos, un empate obligaría a ganar al Liverpool la próxima jornada. Una derrota supondría ir preparando la participación en Europa League.
El Spartak llegó con la idea fija de repetir el partido de hace dos semanas. Que el Sevilla se desespere fallando ocasiones para rematarlo a la contra. Carrera medita jugar con línea de cuatro pero con un trivote en el centro del campo que ahogue a Banega, aunque para dar aire a los suyos estará vestida de gala la grada del Sánchez Pizjuán.
Berizzo alineará un doble pivote con Nzonzi y Pizarro y volverá a dar galones a Sarabia