Bruno Hortelano “Regresaré este invierno en España y correré 400”
Bruno Hortelano está "muy cerca" de su reaparición, prevista para este invierno en pista cubierta, en la que quiere preparar 400 y buscar plaza mundialista. Una transición para volver a correr 100 y 200 en verano.
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Hace más de un año de su accidente, ¿cómo se ve? —Estoy mejor que lo que he estado en el último año, en un buen momento y mirando hacia arriba. Me encuentro en pretemporada, poniéndome fuerte, ganando masa muscular... Me entreno en Ithaca (EE UU), en la Universidad de Cornell y todo va tranquilo con mi entrenador Adrian Durant, con mi grupo. Se acerca la primera competición, vendrá dentro de muy poco, en los próximos meses, estoy preparando la pista cubierta. —Me dice que le veremos competir muy pronto...
—La carrera de debut todavía no sé cual va a ser, pero será en España (puede ser una exhibición de 60 metros). Estoy preparándome para hacer 400 en pista cubierta en invierno, con la idea de hacer la transición hacia 100 y 200 de cara al aire libre en verano. El 400 me dará la base que perdí y he intentado ganar a raíz del accidente. Me aportará capacidad láctica y aeróbica. Para tener una buena temporada siempre me ha hecho falta tener un trabajo largo detrás. Será la primera fase del rumbo a Tokio 2020. —¿400? ¿Habla de estar ya a nivel internacional en invierno? —Me gustaría meterme en el equipo para los Mundiales de Birmingham (1 al 4 de marzo de 2018), aunque sé que es una prueba muy competitiva en España. Daré todo lo que pueda, e incluso poder aportar al relevo si me escogen para ello, que hay un equipazo (fueron quintos del mundo en 4x400 en Londres). Espero rebajar mi marca personal de 400, que es 47.04 (la mínima para Birmingham es 46.70), porque el año que la hice estaba preparándome para el 60. Si no la hago, la verdad es que me decepcionaría. —Habla con franqueza, de objetivos claros a corto plazo. ¿Qué le hace sentirse tan confiado? —Bueno, antes ya me sentía atleta, ahora me siento velocista. Vuelvo a verme rápido, con buenas sensaciones. En septiembre hice pruebas de velocidad pura, de 30, y otras más largas para ver el estado de forma, de 500, para luego comparar. No quiero decir la marca, Iba sin clavos, solo… pero era bastante rápido. No me lo esperaba, salió genial. Ahora en noviembre haré más tests y deben seguir siendo buenos. En el gimnasio, estoy de fuerza igual o mejor que a principio de 2016, año olímpico y del oro europeo.
—En el accidente tuvo la tremenda herida en la mano, y golpes en las rodillas y en la cabeza, ¿le quedan secuelas? —Tengo rigidez en los dedos, pero estoy bien. Sólo sobrecargas de vez en cuando, que es algo normal de cualquier atleta y se arregla con una buena sesión de fisio. Puedo hacer todo lo que me hace falta para llegar al nivel que quiero.
—¿Pensó en dejarlo?
—No, nunca. Desde el primer momento supe que iba a tardar en volver a correr bien, y aún no he cumplido todavía con mi objetivo de regresar igual que antes. Soy velocista, pero he pasado una maratón.
—Se ve más fuerte mentalmente en algunos aspectos. —En general, sí. Antes no había pasado por una experiencia así. Ese sufrimiento que a veces me superaba en algunos entrenos ahora ya no puede conmigo, porque el término 'sufrir' tiene ahora una definición completamente distinta para mí. Sufres 15 o 20 minutos, pero no durante días y días.
—¿Qué sintió cuando vio ganar en los Mundiales de Londres en 200 al turco Guliyev, blanco y al que usted batió?
—Le gané en los Europeos de Amsterdam y ahora cuando me entreno pienso: “¡Guliyev fue campeón del mundo!”. Eso me motiva. Me estoy preparando para llegar a mi mejor forma a los Europeos de Berlín (en agosto) y defender el oro en 200. También haré 100. Miro a Tokio, pero Berlín es muy importante.