Camperona y Covatilla, en la ‘quiniela’ de la Vuelta
Para unirse al Monte Oiz como finales en alto
Desde que se anunció que la Vuelta 2018 tendría entre ocho y diez finales en alto, sólo el Monte Oiz en Vizcaya se ha desvelado como nueva cima de una carrera que presentará en enero su recorrido. Con el Caminito del Rey como casi seguro, por el interés de la Diputación malagueña, aún se deben desvelar al menos seis ascensiones que sirvan de meta. La Camperona (en León) es una de las que aparecen con más papeletas para acoger la carrera como ya hizo en 2014 y 2016.
La Covatilla, según han afirmado varios medios locales, aunque aún sin confirmación oficial, sería otra cima candidata. La subida hasta la estación de esquí bejarana se celebraría por cuarta vez en la historia de la carrera. En cuanto a finales inéditos, el Picón Blanco en Espinosa de los Monteros, que se estrenó este año en la Vuelta a Burgos (con victoria de Landa) como un test de cara a la ronda española, es un puerto destinado a entrar en el recorrido, aunque su inclusión se podría aplazar para ediciones posteriores. Javalambre, en Teruel, o Les Praeres de Nava, en Asturias, también han sonado por el posible interés de las autoridades locales de formar parte de una carrera que aún debe cerrar el trazado definitivo.
Porque lo único oficial, además del citado Monte Oiz, son las tres etapas (cuatro salidas) que se desarrollarán en la provincia de Málaga para atravesar luego Andalucía camino de Murcia, donde el ayuntamiento de Puerto Lumbreras anunció que será salida de una etapa.