Héroe Alcácer
El valenciano, triunfador al hacer dos goles ● El Barça, a 11 puntos del Madrid ● Pizarro se estrenó
Hay partidos que definen el carácter de un equipo y el que ganó el Barça al Sevilla sufriendo bajo la lluvia es uno de ellos. El equipo blaugrana supo apretar los dientes y reinventarse constantemente en un terreno poco propicio para sus habilidades habituales. Valga como ejemplo que Paco Alcácer fue el héroe culé al marcar dos goles y que el centro del campo blaugrana que acabó el partido ante el asedio sevillista estaba formado por Busquets, Mascherano y Paulinho. Pero al final, tres puntos más a la saca, diez partidos ganados y uno empatado en once jornadas, que son precisamente los puntos de distancia respecto al Madrid con los que el Barça se fue a dormir.
El partido no se puede calificar de brillante, pero sí de vibrante con dos conjuntos que bajo hora y media de lluvia se dejaron el alma e intercambiaron golpes con más furia que puntería.
Salió el Barcelona en tromba en unos primeros 20 minutos muy buenos en los que los de Valverde trataron de alejar la presión que prometió Berizzo sobre su área. En los seis primeros minutos el Barça dispuso de hasta cuatro ocasiones para marcar, la más clara una de Busquets tras una jugada estratosférica de Messi en la que dejó sentado a Navas, pero su remate fue flojito e inocente.
El Sevilla capeó como pudo el temporal y gracias a la presión y la lucha de Muriel le dio un buen susto a Ter Stegen tras robarle la pelota a Umtiti en una buena presión. Parecía que las cosas se igualaban cuando pareció Alcácer, que demostró que quiere ser también líder, y aprovechó un mal rechace de Escudero, que dejó vendido a media salida a su portero para marcar el primer gol del partido.
El conjunto andaluz aguantó el golpe y el Barcelona, que se había dado una paliza a correr, se dio un respiro para llegar al descanso sin más sobresaltos.
Si el arranque del partido fue del Barcelona, el de la segunda parte fue claramente sevillista. Con Banega al mando de las operaciones, al Barcelona le pesaban las piernas y el Sevilla empezó a dominar la pelota y a encerrar al Barça en su área. El medio del campo blaugrana desapareció y Muriel tuvo una primera oportunidad, Sarabia se quedó solo poco después ante Ter Stegen y únicamente la aparición milagrosa de Semedo evitó el gol. Del córner cedido por Semedo llegó el gol del empate sevillista al rematar limpiamente Pizarro un balón medido de Banega.
Momento. El marcador señalaba empate, pero la ventaja moral era claramente del Sevilla. Necesitaba el Barça reinventarse y Valverde dio entrada a Paulinho. Piqué tiró de orgullo y de nuevo en su mejor versión lanzó al larguero, pero la pelota era del Sevilla.
Hasta que un buen robo de Umtiti habilitó a Rakitic, que ayer fue la encarnación de todas las virtudes físicas del equipo derrochando pulmones, quien centró al primer palo donde apareció Alcácer para certificar que, tal y como dijo cuando llegó, esa es su jugada favorita.
Con el 2-1, el partido se rompió con ocasiones en ambas porterías, Suárez reclamó con razón un penalti por manos en el área sevillista y Rakitic otro tras una entrada de Escudero mientras en el otro lado del campo Nolito obligaba a que Semedo se doctorara en el Camp Nou.