Un derbi guipuzcoano a la defensiva en Anoeta
Necesitan la victoria y están recibiendo goleadas
El derbi guipuzcoano de esta tarde en Anoeta tendrá poco de fiesta. Porque hay mucho en juego, a pesar de estar en noviembre, por lo que tanto Real Sociedad como Eibar saldrán a la defensiva. No les queda otro remedio. Ambos necesitan como el comer una victoria, por diferentes razones; pero para conseguirlo todo pasa por dejar su portería a cero. Y es que se enfrentan dos de los equipos más goleados de lo que llevamos de campeonato liguero, y ambos necesitan frenar esa sangría goleadora si quieren cumplirlos objetivos marcados a principios de temporada.
Situados en semejante contexto, cualquiera podría pensar que se viene un derbi con previsión de muchos goles. Pero en el apartado anotador, la balanza está muy desnivelada, hasta el punto de que el Eibar apenas ha marcado cinco goles esta temporada, y la Real lleva 21, tantos que es el tercer equipo más goleador de la máxima categoría, sólo superado por los dos primeros.
En casa. Dicho lo cual, habrá ya quien piense que el equipo txuri-urdin parte con cierto favoritismo, pero tampoco se puede extrapolar de la argumentación de esta previa que desde el 25 de agosto la Real no es capaz de ganar en Anoeta un partido de Liga, lo que evidencia las dificultades que tiene para sumar delante de su afición, una circunstancia a la que se agarra el conjunto armero para volver a ganar un partido, algo que va ya para casi un mes de la última vez, con seis derrotas y un empate.
Por todo esto el derbi tendrá poco de fiesta, habrá pocas amistades entre dos equipos separados por muy pocos kilómetros entre sus ciudades, y saldrán mucho a la defensiva, como queriendo proteger su status en LaLiga: el Eibar como equipo fuera del descenso, porque otra derrota le manda al pozo; y la Real como equipo europeo, porque otra jornada más sin ganar le alejaría de sus aspiraciones europeas, porque el tren se escaparía más.
Para ello, Mendilibar tendrá que jugar con lo que tiene, con un serio problema en el centro de campo, donde le faltan tres titulares como Fran Rico, Escalante y el capitán Dani García. Ha tenido que convocar al chaval del filial, Sarriegi, y pondrá de inicio una medular de circunstancias, con Jordán y un Rivera entre algodones.