Sevilla y Levante miden sus estados de pesimismo

Ambos, con cambios en los onces

Dijo el miércoles Muñiz, entrenador de mucho trabajo y pocos titulares, que hace tiempo que detecta “pesimismo” en el Levante. El fútbol son expectativas y en Orriols se dispararon después de empatar en el Bernabéu y ganar a Villarreal y Real Sociedad. No eran reales. El precio de la hazaña, fabricada incluso sin delantero, ha sido este bajón momentáneo de la parroquia granota. Esta semana ha recibido otra mala noticia. Salvo sorpresa, el Villarreal recuperará a Enes Ünal. Quico Catalán se verá obligado a darle regalos esta Navidad a Muñiz, entrenador que, no debería olvidarse, está haciendo un trabajo de gigante.

Lo del Levante se queda corto para el terremoto de Sevilla, donde el 5-0 del Madrid abrió la caja de los truenos. Las cuatro victorias consecutivas en Liga y la clasificación para octavos de Champions quedaron sepultadas por el sonrojo del Bernabéu. Con el caso Nzonzi todavía abierto, el club ha pasado incluso por una Junta de Accionistas esta semana que ha tenido cierto efecto terapéutico. Estas asambleas, llenas de burocracia y protocolo en cierto modo, también son capaces de dibujar un mapa con más perspectiva. La situación del Sevilla, en general, es óptima.

Muñiz recupera a Lerma y confía en el duende de Campaña e Ivi, motivados en su casa de Nervión. Hay expectación por conocer el recibimiento de la afición a un equipo que jugó sin amor propio en Madrid y para quien el quinto puesto no es suficiente. Regresa Escudero y se anuncian cambios en la creación. Ganso y Correa tienen opciones de entrar para dar picante a un equipo que también recupera gol con Ben Yedder. Muriel está en problemas.