Un Madrid heroico gana al campeón de Europa
Perdió a Tavares y remontó 11 puntos ● Doncic rozó el triple-doble
Con cinco jugadores lesionados y con Tavares expulsado en el minuto 17 por dos antideportivas en la misma jugada, el Madrid remontó once puntos para tumbar al Fenerbahçe de Obradovic en Estambul. Reyes, cuarto anotador histórico de la Euroliga.
La Euroliga lleva a cada equipo tan al límite, que una mejoría colectiva como la del Madrid en las últimas semanas puede hacer que pase de perder seis veces en siete partidos a ganar los cuatro siguientes. De andar en peligro su pase a cuartos a colarse de golpe en la pelea por la cuarta plaza y el factor pista. El de ayer, además, no fue un triunfo más, sino el de un equipo heroico.
El Madrid abatió al campeón de Europa en Estambul después de cinco derrotas en los seis duelos anteriores. Y lo hizo sin un quinteto entero de lesionados (Llull, Rudy, Randolph, Ayón y Kuzmic) y sin Tavares, expulsado en el minuto 17 por la suma de dos antideportiva en la misma jugada, algo inaudito. Y lo hizo, además, tras verse a las primeras de cambio once puntos abajo: 17-6, minuto 8. Lo logró con tesón, con su habitual espíritu indomable, y por el crecimiento defensivo del grupo. Y ganó, por supuesto, gracias a Doncic, que volvió a firmar un partido para la antología. A dos rebotes del primer triple-doble en la Euroliga en más de once años: 20 puntos, 8 rechaces y 10 asistencias. Su entrada en pista le cambió la cara a los de Laso. Junto a él, Carroll, Taylor, Maciulis y Reyes. Los blancos firmaron un pletórico segundo cuarto y se pusieron tres arriba tras un 17-31. Tavares había vuelto pero se marcharía pronto descalificado y Reyes se quedaba como único cinco. Daba la talla y se convertía en el cuarto anotador histórico de la competición: 2.740 puntos.
Se intuían curvas, pero asomaba Thompkins y se mantenía la fuerza del colectivo. Y Doncic, siempre Doncic para nivelar la pujanza de Wanamaker y Datome: 61-62. El Madrid resistía.
El desenlace nos iba a deparar un espectáculo de funambulismo. Con tantas heridas a cuestas, el quebranto del Real llegó en el rebote. Aliento vital para los de Obradovic. Y a 2:02 del final… justicia divina. Doncic recibía falta de Nunnally y continuaba hasta topar con Vesely: antideportiva. Cuatro tiros libres (anotó tres) y posesión: 75-79. Wanamaker tendría luego dos acciones para forzar la prórroga. La primera la taponó Thompkins y la segunda la marró desde cinco metros. Un Madrid exultante.