Dos meses para salir a flote o hundirse del todo
Los próximos nueve rivales están en la zona media
La humillación del Bernabéu puso fin a un duro calendario que empezó ya en diciembre con la visita al Sevilla y, con el paréntesis del Leganés, le presentó al Depor un campo de minas con Barcelona, Celta, Villarreal, Valencia y el propio Real Madrid. La respuesta del equipo no ha sido buena, sumando únicamente cuatro de los últimos 21 puntos, pero sería injusto no aplicar el atenuante del alto grado de dificultad de los rivales, más allá de que la imagen pudiera haber sido otra.
Eso sí, el condicionante del calendario se convierte a partir de ahora en un aliado para el conjunto blanquiazul, que se jugará la permanencia en los próximos dos meses de competición. Desde mañana hasta el próximo 18 de marzo, cuando LaLiga hace el último parón por fechas FIFA, los de Cristóbal se enfrentarán de forma consecutiva a nueve rivales de la zona media, media-baja de la clasificación. Ahora mismo, el equipo mejor clasificado que se medirá al Depor en febrero y marzo es el Eibar, octavo.
Este trayecto, que determinará si el Depor logra sacar la cabeza o acaba de hundirse por completo, comenzará en Riazor contra el Levante y llegará la próxima semana a San Sebastián. La Real, un equipo llamado a cotas mayores, es ahora mismo el que rompe la clasificación entre los conjuntos que viven con cierta tranquilidad y los que notan la calor del descenso. En Anoeta arrancará febrero, mes que pese a ser el más corto del año acumulará cinco encuentros, con una jornada entre semana para finalizar. Betis y Espanyol en casa, unidos a las visitas a Alavés y Getafe, se presentan también decisivas ante rivales que para entonces pueden haberse convertido en directos por la permanencia.
Calma y tormenta. Después de finalizar este maratón ante equipos de ‘su’ Liga recibiendo a Las Palmas, el Depor deberá coger aire durante el parón para un sprint final peligroso. Viajará al Metropolitano para inaugurar el mes de abril y recibirá al Málaga, ahora colista. El objetivo es llegar ahí con gran parte de los deberes hechos, porque de lo contrario la salvación pasaría por mejorar considerablemente el tramo de calendario en el que ha fracasado estas semanas.