Orellana lidera al Eibar ante un Sevilla desconocido
Los armeros destrozaron a un adversario pendiente de la Copa
Partido en Ipurua que pasará a la historia, no apto para personas con problemas de corazón. El Eibar, más torpedo que equipo de fútbol, no le concedió al Sevilla ni un minuto de tregua. Cuarenta segundos le bastaron a Kike García para perforar la red de la portería de un Sergio Rico que comenzó el enfrentamiento dubitativo. Un golazo fabricado y rematado por un hombre que está en racha tras despeje de su defensa. ¿Se la comió el portero? Lo que le faltaba. Luego tuvo manos blandas en una falta. Lo cierto es que le deja vendido una línea defensiva de cartón piedra.
Fue el guipuzcoano un bloque convertido en rodillo con y sin balón que se cebó con su rival sin piedad alguna. Un espectáculo que mantuvo de pie a los aficionados de Ipurua durante prácticamente 90 minutos. Salió con las ideas muy claras y escribió un relato sublime. Montella volvió a su fase anterior tenebrosa: demostró su nulo conocimiento de lo que es el estadio azulgrana y puso en liza a Pareja, que volvía tras mucho tiempo, y los nuevos Layún, Mesa y Sandro, que aún no saben por dónde les da el aire. Y algunos como Nzonzi siguen paseándose por los campos de España.
La primera mitad tuvo un solo color: el armero. Tras el tanto inicial de Kike, el segundo, a manos de Orellana, llegó sin sorpresa alguna. El Sevilla seguía en los vestuarios. O tal vez pensando en la Copa. Sin embargo, un más que dudoso penalti por mano de Dani García en área propia derivó en un 2-1 que hizo despertar a los de Montella. Pareció ver la luz al final del túnel el cuadro andaluz durante los minutos siguientes. Un mero espejismo.
Ni la lluvia ni el descanso fueron capaces de cambiarle el color al enfrentamiento durante la segunda parte. El Sevilla acabó pidiendo la hora ya en el 60’, con Orellana bordando una matinal fantástica.