Tablas bajo la nieve en el derbi del sur de Madrid
El Getafe pudo ganar y el Lega pensó en la Copa
Catorce años debió esperar el Coliseum para vivir un derbi de verdad. No es coletilla lo de derbi histórico. Es el orgullo de la zona sur de Madrid. Desde Regional a Primera se ha fraguado una rivalidad vecinal única en el mundo.
Amaneció la mañana gris, rompió a nevar mediado el partido para añadir épica y eliminar fervor. Y Bordalás y Garitano en los banquillos tan fieles como siempre a sus propuestas de correr y meter pierna más que el contrario. No estaba la cosa para espectáculos.
Sólo hubo cinco minutos para el recuerdo, de esos que quedan para los auténticos, para toda la vida. Fueron los cinco primeros de la segunda parte, en los que el Getafe se hizo meritorio. La primera fue la que marcó el partido. Antunes puso un balón perfecto. No, casi. Chocó en el palo, rebotó en Cuéllar y se fue. Una carambola de billar que llevó los corazones de banda a banda para celebración final pepinera. Un minuto después Jorge Molina y Cuéllar se citaron y ganó el portero.
Para entonces la nieve ya caía con fuerza sobre el Coliseum. Era heroico mantenerse en el césped. Del primer tiempo fue rescatable poca cosa. Luego debutó Rémy y volvió Rubén Pérez. Poca cosa. Debió ganar el Geta que fue el único que lo intentó. El Leganés, pensando en la Copa y reservando mucho, sobrevivió como pudo con sólo remate a portería.