Alfonso Reyes “La ACB no nos ha dejado otra alternativa”

El presidente del sindicato explicó que la amenaza de huelga es “la voluntad de los jugadores”. Y no sólo de los españoles: “También tenemos el apoyo de los comunitarios y extracomunitarios”.

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¿Cómo fue la reunión? —Desafortunadamente no llegamos a ningún acuerdo. Teníamos la esperanza de poder salir todos airosos y que se disputara la Copa, que es lo que todos queremos, pero los jugadores nos han pedido que se les respete, que no se les engañe y que puedan mantener su asociación.

—Entonces, ¿habrá huelga? —No pudimos alcanzar estos objetivos en la reunión y, por lo tanto, hemos seguidos los dictados de nuestros asociados. Ir a la huelga es un derecho institucional y fundamental que les asiste. La ACB no nos dejó otra alternativa.

—¿Tienen el respaldo de muchos?

—Sí, detrás de esta decisión no sólo están los jugadores españoles, también los comunitarios y extracomunitarios. Hemos sentido su apoyo y su aliento y vamos a seguir sintiéndolo. Eso nos da esa fuerza necesaria para tomar una decisión tan dura, pero no tenemos otro remedio. Es dar un puñetazo en la mesa. Ya está bien que no se cuente con ellos, que se piense que sólo están ahí para cumplir los dictados de los clubes. No es así.

—¿Hay tiempo para llegar a un acuerdo?

—No sé lo que pasará, pero la firmeza de los jugadores es un hecho. Y están juntos en esto. —¿Cómo afecta el fondo social a los jugadores? —Sin fondo social no hay sindicato. Los jugadores quieren que lo haya y con un fondo social como se ha venido gestionando los últimos 28 años. No somos el único sindicato que lo tiene y no es cuestión de dinero. La ACB llegó a ofrecer más, pero al final el objetivo es acabar con el sindicato, debilitarlo, porque somos molestos. Nos dicen que damos mucha estopa. Evidentemente, nos debemos a los jugadores, no a los clubes. El dinero del fondo social es una pequeña parte de los recursos que generan los propios jugadores. —¿Los clubes presionarán a los jugadores?

—Ha habido casos. Hemos tenido un contacto directo con los clubes de la Copa y, telefónicamente, con el resto. Sabemos cómo están. La ABP no es un ente sin conexión. Llevamos a cabo la voluntad de la inmensa mayoría.

El objetivo es acabar con el sindicato, debilitarlo, porque somos molestos”