Las secuelas del derbi ponen a prueba el fortín
El Sporting, solvente en casa, recibe a su bestia negra
EI Numancia se aprovechó en la primera vuelta del tropiezo del Sporting en el derbi asturiano del reencuentro con el Oviedo. Aquel empate en el duelo de rivalidad alteró la marcha del equipo entonces dirigido por Paco Herrera y la visita al campo de Los Pajaritos a la semana siguiente resultó calamitosa para los rojiblancos. Una vuelta después, el choque de la máxima rivalidad asturiana ha empeorado las cosas para los gijoneses, por tratarse de la derrota más dolorosa, y el equipo de Arrasate quiere volver a sacar tajada, ahora en El Molinón, de donde también salieron triunfantes los sorianos en la eliminatoria Copa del Rey que enfrentó a ambos por aquellas mismas fechas.
El Sporting se mide hoy, por tanto, a su bestia negra esta temporada cuando más necesitado está de un triunfo para restañar la herida abierta por el derbi. Pero el equipo ahora dirigido por Rubén Baraja confía en la solvencia que ha mostrado en su fortín desde que el técnico vallisoletano se hizo cargo del equipo. Sus partidos en casa se cuentan por victorias claras. Los datos hablan por sí solos: 11 goles a favor y solo dos en contra en cuatro partidos.
Novedades. Los dos entrenadores, Rubén Baraja y Jagoba Arrasate, preparan varias novedades en sus alineaciones titulares. El técnico vasco del Numancia las ha anunciado; el técnico sportinguista, por contra, guarda hasta hoy incluso su convocatoria.
La gran incógnita del día es conocer el recibimiento de la afición del Sporting a su equipo y si afectará a la presión de un encuentro marcado por las secuelas del derbi del fin de semana pasado.