AS (Galicia)

Gerard anula a Maxi

Un golazo del catalán invalida el doblete del charrúa

- CLEMENTE GARRIDO

Con el partido agonizando y el Espanyol al borde de la asfixia, apareció Gerard Moreno para frotar su lámpara mágica. De un pelotazo se inventó una jugada de gol con tres movimiento­s en dos segundos. Controló con el pecho de espaldas a la portería, se dio la vuelta, ajustó el punto de mira y disparó su misil directo a la red. Nada pudo hacer Rubén Blanco ante el genial zurdazo del ariete catalán. Su disparo era el segundo del Espanyol a puerta en todo el partido. El anterior, de Baptistao, fue a los diez minutos y también acabó besando la red. El brasileño superó al meta celeste en el uno contra uno tras ser habilitado por Gerard Moreno y por un error de Sergi Gómez. Entremedia­s, casi ochenta minutos de constante asedio céltico a la portería del gigante Diego López.

El duelo respondió al guión previsto. El Celta monopolizó la posesión del balón y se armó de paciencia para encontrar espacios entre la ordenada defensa perica. Jurado era la única brecha en el plan de Quique, y por allí intentó acceder una y otra vez Hugo Mallo. Hasta que de un centro suyo llegó el empate. Maxi, el incansable, apareció en área pequeña para jugarse la cabeza a cambio de obtener el gol. El uruguayo es un auténtico martillo pilón. No para de ofrecerse, de fajarse y de buscar la portería rival como si allí estuviera la isla del tesoro. Y marcar tampoco le libera de esa ansiedad. Al contrario, parece que le aumenta la adicción. De hecho, tras marcar el gol del empate obligó a Diego López a disfrazars­e de súper héroe. El primer súper poder del meta gallego fue un gran despeje tras un potente remate. El Celta estaba en plena faena para buscar la remontada, pero el descanso cortó su lanzada carrera.

Tras la reanudació­n, el Espanyol supo frenar el ímpetu celeste, que tuvo que reiniciar su plan para volver a encontrar el hueco donde abordar el butrón. Y, como no, Maxi descubrió la pared más débil. Su duelo con Diego López parecía una pelea de peso pesado. Uno golpeaba y el otro se protegía. Sin cuartel. Entonces Maxi encontró dos aliados inesperado­s. Emre, que salió de revulsivo, hizo su primera gran jugada como celeste y le sirvió el balón desde el costado. El uruguayo se revolvió para armar el disparo y, de camino a la portería, el balón golpeó en un defensa espanyolis­ta. Parecía el KO técnico. Pero entonces apareció Gerard Moreno. Y el genio de la lámpara rescató un punto de la nada.

Asedio Diego López tuvo que emplearse a fondo para atajar varios balones

 ??  ?? RESISTENCI­A. El Celta acosó al Espanyol durante gran parte del encuentro, pero los pericos aguantaron atrás y acabaron empatando.
RESISTENCI­A. El Celta acosó al Espanyol durante gran parte del encuentro, pero los pericos aguantaron atrás y acabaron empatando.
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