Messi, abatido en el vestuario tras el 0-0

Las imágenes que se vivieron dentro del vestuario del Barça después del varapalo del Getafe reflejaban la enorme decepción que supuso este empate en el seno de la plantilla. Sólo dos jugadores, Iniesta y Alba, se quedaron en el campo para aplaudir a la afición. El resto se dirigió cabizbajo al vestuario sin dirigir una palabra. Y dicho de forma literal, ya que ningún jugador se ofreció para hacer la obligatoria flash interview que exige LaLiga. Quien mejor reflejaba la impotencia que vivió el equipo ante el Getafe era Leo Messi.

El crack argentino estuvo casi diez minutos sin abrir la boca, desolado, cabizbajo, sin respuestas a lo que se había visto en el campo. Dos jugadores se encargaron de romper este estado de ánimo alicaído. Sergio Busquets y Gerard Piqué ejercieron de capitanes para dar un impulso a un grupo que estaba tocado tras el empate ante el Getafe. Las palabras de Busquets y Piqué surtieron efecto en el seno de la plantilla. Quien no perdió en ningún momento la compostura fue el entrenador Ernesto Valverde.

Sus palabras felicitando al grupo por el esfuerzo que habían hecho durante estas últimas semanas (han jugado doce partidos en seis semanas) también sirvió como revulsivo para un colectivo humano tan acostumbrado a ganar que hasta un empate tiene sabor a derrota.