Un punto que ya no sirve
El Málaga rompió su pésima racha de siete derrotas consecutivas en Balaídos con un empate que, por muy bien que lo valoren los protagonistas, no sirve para nada. La distancia con los puestos de permanencia ha aumentado cinco puntos en una semana y el equipo está obligado a ganar ocho partidos de nueve para soñar con una salvación que está imposible y en la que ya no cree nadie en el club. Ni en los despachos ni en el vestuario. El partido en Vigo, además de alimentar los argumentos de quienes se conforman con poco o nada, deja varias conclusiones: José González sigue empeñado en hacer un hueco a Isaac Success en su equipo a pesar de que el delantero nigeriano llegó en unas condiciones físicas inaceptables en el fútbol de élite y no ha aportado nada en todas sus apariciones sobre el terreno de juego.
Otro de los señalados es Ideye. El ariete ha dejado de contar para el técnico gaditano. De fichaje esperanzador a no estar ni entre los 18 elegidos. José le cuestionó el sábado en la sala de prensa y ayer fue el descarte. La vergonzosa temporada perpetrada por jugadores, técnicos y dirigentes concede al menos al Málaga la posibilidad de planificar el proyecto de Segunda con muchos meses de ventaja con respecto a quienes serán sus rivales. Toca hacer una limpieza profunda y, aunque sea por una vez, acertar.