El ‘efecto ovni’ del Telstar invita a tirar desde lejos

Alves: “Es óptimo para el que chuta y pésimo para el que para”, describió el brasileño tras el Rusia-Brasil ● Las selecciones cambiarán sus estrategias

EI diabólico ‘efecto ovni’ del Telstar 18, el balón del Mundial, llevará a muchas selecciones a variar de estrategia. Las denuncias de los porteros sobre la “trayectoria indescifrable” de la pelota se convierte en una oportunidad para los lanzadores de media y larga distancia, como Cristiano o Messi. Los cracks sacarán ventaja del Telstar, sobre todo a balón parado. Los porteros ya avisan de que “la pelota vuela como una pluma y llega como un perdigón”. “Es óptima para el que chuta y pésima para el que para”, describió muy bien Dani Alves tras el Rusia-Brasil.

La última jornada de selecciones dejó trazos de lo que va a suponer este nuevo balón. Müller lo comprobó con un tiro desde unos 23 metros que De Gea no pudo atajar. El golpeo de empeine del jugador alemán fue perfecto. Su pie impactó con la base del esférico, que estaba en movimiento. El cuero (o quizás deberíamos decir el plástico polietileno) salió como un balín, abriéndose en su trayectoria como lo hace una bola de golf tocada con un hierro 9 y ‘topspin’. Total, De Gea pensó que llegaba. Pero según se iba acercando el Telstar fue asumiendo que era imposible. La trayectoria recta con la que partió terminó en efecto banana. Gol.

Los entrenadores, que saben que los partidos del Mundial serán, salvo pocas excepciones, muy igualados ya han introducido la ‘variable Telstar’ en sus cuadernos tácticos. Las selecciones que tengan jugadores con buen golpeo de balón tratarán de sacar partido del invento. “Seguro que los técnicos animan a tirar desde fuera del área, porque saben que el vuelo de la pelota no es limpio”, aseguran los porteros.

Aire retro. La polémica por el balón comenzó precisamente en Alemania, país sede de Adidas, el fabricante del esférico y patrocinador técnico de la FIFA. Hasta ese Mundial de 2006, los balones tradicionales tenían 32 paneles y el de esa edición, el Teamgeist, sólo tenía catorce. Después llegó el Jabulani, al que Casillas definió como “una pelota de playa”, pero con el que España se proclamó campeona del Mundo en Sudáfrica 2010. Ahora llega el Telstar 18, un balón tecnológico. Cuando fue presentado se alabó por sus adornos negros. Le daban un aire retro con aroma al balón del Mundial del 70 (el Telstar original) pero aquel, por los materiales de la época, era más consistente, menos volátil. También se presumió en la puesta de largo del Telstar 18 que por primera vez un balón incluyera un chip NFC (Comunicación de Campo

Denuncia “La pelota vuela como una pluma y llega como un perdigón”

Cercano por su sigla en inglés) que permite a los usuarios interactuar con el Telstar 18 usando un teléfono inteligente. En fin, algo que a los porteros les importa muy poco, pero que queda muy bien.

Adidas, mientras tanto, no parece dispuesta a tener en cuenta las quejas de los porteros, sino más bien las ventajas para los delanteros. La firma alemana, que ya fue muy criticada por el diseño de la camiseta de España con unos rombos ‘azul petróleo’ que no gustaron a casi nadie, parece dispuesta a mantener su apuesta.

Al fin y al cabo contribuye al propósito de la FIFA, su primer socio, que tiene como objetivo “hacer atractivos los partidos para el público, y sobre todo para las televisiones. Y si el balón es bueno para dar espectáculo, mucho mejor”, dicen fuentes de la organización. No piensan lo mismo De Gea, Reina, Ter Stegen, Courtois... Si fuera por ellos, se jugaría siempre con el Azteca, el del Mundial de México 86, o con el Etrusco, el de Italia 90. “Los mejores balones de todos los tiempos”, y aquí sí que coinciden porteros y delanteros.

Avisados

Adidas ha priorizado en el balón las ventajas para los delanteros