Alonso nunca defrauda
El arranque del Mundial de Fórmula 1 en Albert
Park ha resultado tremendamente prometedor. La victoria de Sebastian Vettel ha puesto en entredicho el favoritismo incontestable de Lewis
Hamilton. No quiere decir esto que el tetracampeón británico no siga teniendo la mayor parte de las papeletas para repetir título, lograr el quinto, pero que pueda tener algún tipo de oposición es siempre una buena noticia para el interés y la emoción del campeonato. El Mercedes sigue siendo mucho Mercedes y a Ferrari todavía le va a costar mucho darle la vuelta a la situación, lo que no significa, como se ha visto en esta primera carrera de Australia, que no puedan existir algunas incertidumbres en este sentido... porque Vettel también es mucho Vettel y Ferrari necesita con urgencia una reacción.
Más allá de la lucha por la victoria, el protagonista en Australia ha sido incontestablemente
Fernando Alonso. El asturiano nunca defrauda y en cuanto la mecánica le acompaña lo más mínimo ya saca a relucir su talento inconmensurable, suficiente para maquillar las carencias de su monoplaza y conseguir un resultado tan clarificador como este quinto puesto, igualando ya en la primera carrera con el motor
Renault sus mejores resultados con Honda. Por supuesto que no es lo que a él le satisface ni lo que sus seguidores ambicionan, sin embargo ilustra perfectamente el estado de la cuestión: si el McLaren
Renault progresa como debiera, no será el piloto quien no dé la talla. Suena a obviedad, aunque no está de más recordárselo a aquellos que tienen tendencia a olvidarlo.