Monchi “No nos sentó bien que en Barcelona digan que no tenemos opciones”

“León, león, león San Fernando...”. Todavía retumba en el Sánchez Pizjuán el cántico para Monchi el día de su despedida. 29 años después, Ramón Rodríguez Verdejo (1968) cerró momentáneamente la puerta del Sevilla y abrió la del Roma, un club que pese a la retirada de Totti y la venta de Salah se ha empezado a organizar con la idea de un director deportivo que cogió un club en los huesos y al que hizorico y ganador de nueve títulos. Atiende a As.

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¿Cómo es la vida de Monchi en Roma?

—Trigoria (Ciudad deportiva del Roma). Me despierto temprano para llegar pronto ahí, hacer un poco de gimnasio y meterme en el despacho. Aprovecho que el primer equipo, las inferiores y la gente de mi departamento están ahí. Así, hasta las 20:00 o las 21:00 cada día.

—¿Y cómo es el AS Roma? —Una sociedad con un trasfondo y una repercusión mediática más altos de lo que me esperaba. Es cierto que no ha ganado mucho a lo largo de su historia, pero tiene la presión de un grande. La gente siempre espera cosas grandes del Roma. —Uno de sus éxitos en Sevilla no fue sólo fichar bien sino saber explicarle pronto a los jugadores qué significaba ponerse esa camiseta. Di Francesco jugó en el Roma, De Sanctis también, Totti… ¿No es casual, verdad?

—Nada es casual, claro. El carácter especial de esta sociedad convierte en fundamental el conocimiento del medio. Di Francesco ganó el Scudetto aquí, De Sanctis jugó aquí… Nos gusta que tengan un pasado ligado al Roma. Balzaretti también trabaja conmigo. Y Totti…, Totti es Roma.

—¿Le siguen temblando las piernas cuando habla con él? —(risas) No… Hay que situarse en el contexto de aquello. Desde luego, para mí no era el escenario ideal tener que explicarle que no seguiría como jugador… No soy ajeno al peso que tiene Totti. Pero creo que lo mejor fue comportarse con sinceridad. Totti es una persona cercana, sencilla y que tiene ganas de aprender y de ayudar en su nueva tarea.

—“Que nadie nos dé por muertos”, dijo después del sorteo. ¿Ha sentado mal que en Barcelona se dé por hecho que el Barça pasará cómodamente? —Pues bien, lo que se dice bien, no te sienta. Además, he visto comentarios basados en el desconocimiento pero prefiero aislarme de eso e intentar centrarme en hacerle ver a nuestra gente las opciones que tenemos. Obviamente, a nivel porcentual el Barça es muy favorito. Pero me gustaron las declaraciones de Montella después del sorteo Sevilla-Bayern. Dijo: “Si hay un uno por ciento de opciones, lucharemos”. —En Roma ya le habrán hablado de aquella final que perdieron en casa en 1984.

—Se lo resumo así: Roma está hambrienta de títulos. Hay una especial ilusión y una motivación extra por esta eliminatoria. Hay algo que me gusta decir después de once meses aquí y es que el Roma necesita igualar su nivel de estructura al nivel que tiene de repercusión. Créame, es altísimo. —¿Cómo se ve a Messi desde Italia, más o menos grande que en Barcelona? —La calidad de Messi no tiene fronteras. Jugadores como él acercan distancias. Hace poco le leía que cada día se encuentra mejor consigo mismo y eso no es casualidad sino fruto de su grandeza para ir mejorando su rendimiento individual y el de su equipo cada día. —Usted tiene un buen amigo en el vestuario del Barça. Es uno de sus mejores fichajes. —Ivan (Rakitic) es una persona muy inteligente y ha confirmado que podía jugar al nivel más alto que hay, el Barça.

—¿Si pudiera llevarse al Roma a un jugador que no fuera Messi sería a él?

—Me llevaría a varios. Sergio Busquets no está mal, ¿no? (risas) Está jugando a su nivel más alto también.

—Estuvo 29 años en Sevilla y sintió que debía irse. ¿Entiende que Iniesta vaya a China? —Andrés sigue teniendo recorrido futbolístico en la élite. Puede que no esté para jugar 50 partidos, pero los que juegue los hará al mejor nivel. Nadie tiene su sabiduría. La posibilidad de marcharse es personal. Lo único que puedo decir como español es que sería una gran pérdida.

—Su modelo en Sevilla fue rompedor. No partía de patrones objetivos, sino de unas pérdidas previas de 20 o 25 millones. Y convertía en ingresos ordinarios los extraordinarios: las ventas. ¿Va a poder hacer esto en Roma?

—Sí. Yo también estoy cambiando, pero intento transmitir mis conceptos. De todas formas, lo dije hace poco: el mayor refuerzo de cualquier política es el resultado. —Entiendo que usted sigue siendo bilardista, claro.

—Sí. Además en Roma ya no necesitan palabras sino hechos. Eso es ganar partidos. —El secretario técnico del Barcelona, Robert, acaba contrato este verano. Se asegura que ha vuelto a ser ofrecido a Bartomeu. Al menos durante la temporada. ¿Se imagina como director deportivo azulgrana?

—Nunca he sido de imaginarme situaciones que no son reales, así que ni me lo he imaginado ni no me lo he imaginado. Estoy centrado en este club y en adaptarme a una nueva manera de ser y de vivir. —Usted siempre ha sido una persona muy emocional. ¿Está feliz en Roma? —Quien me conoce a mí sabe que soy poco de decir que soy feliz. La felicidad completa pocas veces la he tenido. Aquí, en Roma, obviamente no puedo tener la felicidad completa porque mi familia no está aquí. Y si a nivel deportivo no ganas, tampoco puedes ser feliz. Sí soy feliz a nivel profesional, creo que estoy creciendo a nivel profesional. Pero claro, eso hay que asentarlo con un éxito deportivo.

—¿Cree que el Sevilla tiene más opciones ante el Barça por ser a partido único? —En fútbol nada es

Roma está hambrienta de títulos; la gente espera grandes cosas de este club”

Como dijo Montella por el Sevillai Bayern, si Sevillai un 1%, lucharemos por ese porcentaje”