Roma, Lopo y el clavo ardiendo

El Deportivo aterriza en San Mamés en una semana marcada por la Champions. Una semana que ha demostrado que lo imposible, es posible. El mejor ejemplo se lo dio la Roma eliminando al Barça tras el 4- 1 de la ida. Una gesta que conoce bien un Mauro Silva que el pasado jueves inauguró la calle que llevará su nombre en A Coruña y de paso arengó al vestuario. El brasileño vivió una gesta casi idéntica hace 14 con aquel gran Depor. 4- 1 en contra en Milán, 4- 0 en Riazor y a semifinales. En los rossoneri jugaba Seedorf, que ahora tiene que conseguir otra hazaña desde el banquillo blanquiazul. Puede que aquella gesta sufrida en carnes propias le quedase grabada y le impregnase de la fe inquebrantable con la que día a día predica el ‘ sí se puede’, aunque sus resultados digan una cosa diferente.

Bilbao también trae recuerdos de salvaciones milagrosas más recientes con aquel gol de Lopo a Herrerín en el descuento en 2015. Luego llegó una victoria en casa ante el Levante y finalmente un milagroso empate en el Camp Nou ( 2- 2) para lograr la permanencia. Adrián, que firmó la última victoria coruñesesa en San Mamés con un doblete, despertó justo la semana pasada para sellar el triunfo ante el Málaga con otros dos goles. Y Emre Çolak marcó el año pasado un golazo en La Catedral, su mejor tanto en España de largo. Todo son motivos para agarrarse al clavo ardiendo en el sueño salvación, porque eso es lo que le queda al Depor después una temporada calamitosa. El camino de los coruñeses ya es una línea recta sin desvíos: ganar, ganar, ganar y luego... Luego, ya veremos.