El Movistar Estudiantes vuelve a tener futuro
Los júniors masculino y femenino ganaron el campeonato de Madrid
Parón
En seis años solo diez canteranos han jugado con el primer equipo
El Movistar Estudiantes mira con optimismo al futuro por la generación de jugadores nacida en el año 2000. “Tienen mucho talento y nuestro objetivo es que la mayor parte salga hacia el primer equipo”, dice Javier Zamora, entrenador del júnior masculino.
Cuando llegué, el equipo estaba abajo, en LEB, y sin jugadores. Y sin cantera, para hablar claro”. Salva Maldonado radiografió así la realidad que se encontró cuando aterrizó en el banquillo del Movistar Estudiantes en 2016. El club, uno de los grandes referentes del baloncesto de base en España junto al Divina Joventut, se había quedado seco en la producción de jugadores: desde 2011 hasta la pasada temporada solo diez canteranos habían disputado algún minuto con el primer equipo. De la decena, solo Edgar Vicedo y Darío Brizuela se mantienen, mientras que grandes promesas como Lucas Nogueira, Juancho Hernangómez y Jaime Fernández han salido de forma escalonada. Los dos primeros hacia la NBA. El último, máximo anotador nacional este curso (12,4 puntos), al MoraBanc Andorra.
Una sequía prolongada que parece tocar a su fin gracias a la llamada Generación del 2000. Campeona de España en infantil (2014) y cadete (2016), lucha por el torneo nacional júnior en Extremadura tras conquistar la Final Four de Madrid. “Es una generación con muchas posibilidades, pero hay que tener tranquilidad y paciencia porque son muy jóvenes: alguno no ha cumplido ni los 18 años. Cuando lleguen al primer equipo deben hacerlo para quedarse, no para dar falsas esperanzas. Eso no nos llevaría a ninguna parte”, dice Willy Villar, director deportivo estudiantil a As, de un grupo liderado por Adams Sola (13 partidos entre Champions y Liga Endesa este año), los hermanos Alderete (Diego y Héctor), Álex Tamayo, el ucraniano Andriy Grytsak, el lituano Dovydas Giedraitis y el chileno Ignacio Arroyo.
“Tienen mucho talento y nuestro objetivo es que la mayor parte salga hacia el primer equipo. Sin embargo, tengo claro que es pronto y que el proceso no es tan rápido. Tienen mucho que trabajar aún y adelantar los procesos muchas veces es contraproducente”, añade Javier Zamora, entrenador de una camada que coge experiencia en la dura liga EBA.
Chicas. Estas buenas sensaciones también están en el femenino, en unas mini Women in Black que por segundo año seguido han levantado el título júnior de la capital con Andrea Hernangómez, hermana de los NBA Juancho y Willy, como la quinta más valorada del torneo. “Nuestro objetivo es sin duda que muchas de ellas estén en el mejor sénior posible y, ahora mismo, la estructura es idónea para ello”, asegura Nacho Martínez, director deportivo de la otra pata de la cantera colegial. El futuro está garantizado en el Ramiro.