Lydia Valentín, la mejor del mundo: “Es un sueño”
Recogió el premio de la IWF en Georgia por su Mundial y Europeo
La española, que acumula 39 medallas en grandes competiciones internacionales, recibió en Tiflis (Georgia) el trofeo que le acredita como mejor halterófila de 2017, año en que ganó su primer Mundial y otro Europeo. Arrasó en la votación de la Federación Internacional.
Lydia Valentin puso ayer la guinda a un año involvidable. De éxitos y de reivindicación. En Tiflis, la capital de Georgia, recogió el premio a mejor halterófila de 2017. Un galardón que la Federación Internacional de Halterofilia (IWF en sus siglas en inglés) estableció en 1982 y abrió a las mujeres en 1991. Un palmarés, como los podios de muchos de los últimos campeonatos, sucio de dopaje. Y en el que ahora figura en la primera fila una abanderada de la limpieza. La deportista sin tacha. “Yo duermo tranquila, porque sé que nadie va a venir a mi casa diciéndome que he dado positivo y tengo que devolver la medalla”, dijo antes de coger el avión.
Después, cena de gala con jazz de fondo en un recargado palacete y honores compartidos con el georgiano Lasha Talakhadze, héroe nacional desde que ganara el último Mundial con un récord en total olímpico de 477 kilos.
“Recibir este premio es todo un sueño. Soy la primera medallista olímpica de mi país en halterofilia, también la primera campeona del mundo de un deporte que no está muy desarrollado y ni yo ni mi equipo nos hubiéramos imaginado hace años conseguir este trofeo”, valoró Lydia ante el primer ministro de Georgia, Giorgi Kvirikashvili, y el presidente de la Federación Internacional, Tamas Ajan.
La castellanoleonesa arrasó en las votaciones de los lectores de la revista World Weighlifting, con un total de 23.301 votos (un 70%), por los 2.917 de la taiwanesa Kuo Hsing-Chun. Y es que en 2017 se proclamó por primera vez campeona mundial (-75 kg) en Anaheim,
Lydia “Ni yo ni mi equipo hubiéramos imaginado esto”
California. En ese Mundial, fueron excluidos por dopaje ocho países: Rusia, Kazajistán, Armenia, Bielorrusia, Azerbaiyán, Ucrania, Moldavia, Turquía y China. Su ristra de positivos ha provocado que el Comité Olímpico Internacional tenga en vigilancia a la halterofilia, deporte fundador de los Juegos, con amenaza de exclusión. En el próximo campeonato del mundo de Turkmenistán, que inicia el camino clasificatorio para Tokio 2020 en noviembre, estos países volverán al tapiz.
La halterófila española también ganó en 2017 el Europeo en Croacia, título que refrendó (cuarto en su carrera) el pasado marzo en Bucarest. En total, suma 29 medallas en Europeos, siete en Mundiales y tres en Juegos: bronce de Río 2016, plata de Londres 2008 y oro (todavía no está en su poder) de 2012. Estas dos últimas por descalificaciones por dopaje de muchas de sus rivales.
“Lydia es la imagen del deporte limpio, de la verdadera halterofilia. Es un referente internacional y es reconocida”, valora Constantino Iglesias, presidente de la Española, también presente en Tiflis. Un reconocimiento, por fin, a una deportista limpia. A la mejor del mundo
Reto Vuelven en noviembre los países suspendidos por dopaje