Juan Tallón “Es evidente que en el Madrid Isco no es un jugador incuestionable” ACABA DE PUBLICAR ‘SALVAJE OESTE’

Zidane

“En relación a sus éxitos, no soy partidario de atribuirlo a la suerte”

Messi/Cristiano “Es una temeridad poner en pie de igualdad a un jugador con el otro”

Esencia del fútbol “Es la de caerse y levantarse sin recordar que te has caído”

Juan Tallón es un agudo escritor que ejerce de gallego o al revés. Da igual, su estilo es inconfundible y su militancia atlética incuestionable. Nos deja en Las Estaciones de Juan un análisis del fútbol inteligente, irreverente y cargado de un personal sentido del humor.

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Su nuevo libro, ‘Salvaje Oeste’, tiene 619 páginas, que son las que darían para hablar del recorrido del Real Madrid por esta Champions.

—Sin duda. Solo, por citar lo que sería la crónica de aquel penalti contra la Juve que fueron cuatro minutos absolutamente densos, o la segunda parte contra el Bayern que yo la viví como si fueran años luctuosos en los que sabes que todo va a ir mal y que el Real Madrid una vez más se va a presentar en la final. Nada nuevo bajo el sol. —Su novela comienza en el palco del Real Madrid. ¿Hay alguna semejanza entre ese palco y el salvaje oeste?

—Creo que hay claras similitudes, aunque la novela está escrita en clave de ficción y todas esas similitudes son fortuitas. Yo lo defiendo así.

—En ese palco de ficción hay negocio, sexo y drogas. ¿Se ha dejado llevar el autor exclusivamente por la imaginación? —Es un debate ocioso. No sé lo que hay en el palco del Madrid ni me interesa. Una novela es un escenario donde el autor tiene libertad para decir lo que quiera. No hay que buscar un correlato real. El debate nace muerto porque es una novela de ficción y el escritor lo remarca en la primera página para que no haya ningún tipo de especulación.

—En su libro se afirma que hoy el fútbol es más negocio que deporte.

—Es cierto que el fútbol se ha vuelto tan complejo que va más allá de una práctica deportiva en la que intervienen muchos factores: la inteligencia, la estrategia, el instinto, la fuerza física. Todo eso a lo largo de los años ha ido construyendo un gran entramado que mueve Vea el vídeo de la entrevista en www.as.com muchísimo dinero y donde hay dinero hay negocio. A estas alturas pensar que el fútbol no es la suma de deporte y negocio sería ingenuo.

—Y el palco tiene gran influencia.

—En un palco se dan cita una serie de personas, unas invitadas y otras con responsabilidades directivas, pero todas tienen intereses creados y mantienen relaciones variadas vinculadas a las finanzas y el mundo empresarial. Ahí vemos a las grandes fortunas. Y cómo no voy a pensar que, además de asistir a un evento futbolístico, estoy viendo una posibilidad de sinergias económico-empresariales por parte de los que están en ese ángulo del estadio tan exclusivo al que solo acceden las élites o los que las élites deciden que accedan. —En el libro, el director del Manchester dice que el mundo del fútbol existe para divertir y no para erradicar el mal del mundo.

—Sí, es verdad. La idea que tienen los mandatarios del fútbol es que pueden hacer feliz a la gente y es cierto, pero al mismo tiempo trabajan con la idea de que el fútbol puede hacer muy rica a unas cuantas personas. —¿A qué se refiere cuando habla del dilema Isco?

—Isco es uno de mis jugadores favoritos y aunque tiene una trascendencia en el juego enorme, no es un jugador que vaya a entrar siempre en el once. Es evidente que es muy difícil ser imprescindible en el Madrid y también es evidente que Isco no es un jugador incuestionable. Cuando juega Isco contra el Atleti he sentido siempre que sobre sus cualidades descansaba el movimiento maestro para descolocar a la defensa. —Valverde tiene un gesto algo dramático y Zidane parece una esfinge. ¿Eso se puede traducir en alguien al que le acompaña la suerte?

—La experiencia me dice que no hay que sacar nunca conclusiones de las caras o los aspectos y en relación a los éxitos que tenga Zidane, no soy partidario de atribuirlo a la suerte. —¿Cree que es un gran entrenador?

—Lo desconozco. El único entrenador que me parece interesante por lo que hace y por sus ideas es Guardiola. Eso no significa que no haya entrenadores tan buenos o mejores. —Esa idea que tiene de Guardiola, ¿no se le ha devaluado cuando sus equipos han tenido un rendimiento tan pobre en la Champions?

—En la vida se puede ganar o perder. Creo que el éxito a veces no depende de uno sino de muchos factores. Mi admiración por Guardiola tiene que ver por sus planteamientos futbolísticos. Aún no he conocido a nadie infalible.

—Para un escritor, ¿qué futbolista tiene más carga dramática Messi o Cristiano Ronaldo? —Yo tal vez encontrase más carga literaria en un futbolista como Futre, pero si tuviese que elegir al mejor jugador del mundo, me parece una temeridad poner en pie de igualdad a un jugador como Messi con otro como Cristiano.

—Messi no fue capaz de ayudar a su equipo en la Champions a completar un trámite que parecía hecho...

—Sí es cierto. Los jugadores no son dioses y ellos solos a veces no pueden. Pero no se puede decir que Cristiano sea mejor porque su equipo en los últimos años haya ganado más Champions que el equipo de Messi. Messi trasciende los títulos. No ha ganado un Mundial pero nadie va a cuestionar la universalidad de Messi por eso. —Para un aficionado del Atleti, ¿que sintió al ser eliminado de la Champions?

—Me llevé un disgusto. Es cierto que ya me había ido preparando a la idea de que era fácil quedarnos fuera por lo que fue una lenta decepción.

—Al menos no se cruzó con un Madrid que parece invulnerable en la Champions.

—Sí, es cierto que hemos perdido repetidamente con el Madrid

Juan Tallón (Villardevós, Orense, 1975). Licenciado en Filosofía, es periodista y escritor. Autor de ‘Mientras haya bares’, ‘Libros peligrosos’ o ‘Fin de poema’, es colaborador de El País, Cadena SER, El Progreso y Jot Down. Acaba de publicar la novela ‘Salvaje Oeste’. en la Champions, pero eso no significa que no deseemos seguir luchando contra el Real Madrid. Es la esencia de este deporte: caerse y levantarse sin recordar que te has caído. —¿Sobre qué final de Champions le hubiera gustado escribir?

—Tengo un vago interés sobre lo que pueda pasar. Liverpool y Bayern eran mis equipos favoritos. No me importaría que la ganaran los ingleses. La veré sin demasiado apasionamiento, pero el hecho de que no haya un equipo de Guardiola o que no pueda ver jugar a Messi resta alicientes.

—El Atlético ha sumando otro título: la Europa League. ¿Este Atlético del Cholo es el mejor que usted ha visto?

—Lo que es obvio es que este Atlético es muy competitivo. Puedo a veces sentir frustración porque en ciertos partidos no enfocamos el juego de otro modo y a veces ordenamos un repliegue intensivo que da al rival más posesión y opciones de marcar, pero sé que con el equipo que tenemos es lo que quizás se puede hacer. No tengo nada que reprocharle al Cholo Simeone. Lo que ha hecho él no se lo he visto hacer a ningún entrenador antes. Y sí, me gustaría haber ganado una Champions. Pero estuvimos ahí y nunca nos habíamos imaginado que estaríamos en dos finales. —¿Si el Atleti tuviese doce Copas de Europa sería usted del Atleti?

—No admito esa ficción. ¿Usted sería del Real Madrid si militase en Segunda y no hubiese ganado nada? Me resultaría muy difícil pensar que algún día dejase de ser del Atlético. Y le diré que por lo poco que me conozco sería incapaz de humillar a nadie por el hecho de que hubiese ganado doce Copas de Europa. Primero porque sería el primero en tener en cuenta que yo no he ganado nada, no he participado en nada y simplemente he disfrutado de una alegría más o menos ajena. Que sea del Madrid o el Sevilla y mis equipos ganen títulos a mí no me hace un triunfador. A veces tengo la sensación de que hay aficionados que se sienten por encima de otros seguidores que no han ganado tantos títulos. —Ha escrito que los seguidores del Atleti son gente rara... —Los seguidores de cualquier club tienden a pensar no tanto que son raros como que son especiales y quizás lo sean. Pero sí es evidente que es más fácil ser de un club que año tras año suma títulos y trofeos. El mérito es ponerse del lado de un club que cada victoria es sufrida y que está precedida de decepciones. Ser de un club o de otro a veces no es algo que se elija. Soy del Atlético por mi padre, que es un señor que vive en la provincia de Orense. Te puedes preguntar por qué no es de un club más universal como el Madrid o más cercano como el Celta; ser de un club es algo que a menudo no tiene explicación. —Con Simeone, seis títulos ha ganado el Atlético. Le he oído decir que tanta prosperidad en los últimos años del Atlético se acabará pagando.

—Eso es producto de la exageración, pero sí, hemos vivido tantos años de amarguras que la felicidad se vuelve sospechosa, y uno empieza a pensar si este momento no es el comienzo de algo mucho peor. —¿Tiene la sensación de que el columnista deportivo se ha puesto de moda?

—Tengo la sensación de que el género de la columna ha adquirido un protagonismo inesperado y que ha incluido también al mundo del deporte. Hay más cronistas escribiendo sobre fútbol o a partir del fútbol como hacemos algunos, es decir utilizar el fútbol como un pretexto para construir una columna. También es cierto que la columna exige de su autor menos de lo que exige un buen reportaje. Porque un reportaje necesita fuentes, ir a los sitios, encontrar puertas cerradas y echarlas abajo. La columna no necesita que salgas de tu habitación. A veces solo necesita una opinión vagamente informada.

—¿Se han roto los prejuicios que el mundo de la cultura ha tenido a veces sobre el fútbol? —El fútbol es algo que perturba las pasiones de millones de personas. Ante lo que tanta gente se siente concernida e influida para estar contenta o lo contrario, es digno de ser tenido en cuenta. Ya se ha superado ese prejuicio y el fútbol es un tema literario de primera calidad. —Pero ni la literatura ni el cine se han hecho con el fútbol. —Un libro sobre fútbol ¿qué es? Si supiese hacerlo lo habría hecho.

—Una secuencia como la del penalti contra la Juve daría para un libro o una buena película… —Es cierto que en esos minutos hay mucha carga narrativa y dramática. Además, aquel penalti rompió un principio de realidad sobre el que nadie había discutido, y es que algo puede ser una cosa y la contraria. Fue un penalti clarísimo y a la vez te preguntas cómo alguien pudo pitarlo. Todo el mundo lleva razón en esa discusión.