Nadal tumba a Djokovic y reta en la final a Zverev
Si el español gana su 8º título en Roma recuperará el número uno
Tras romper el año pasado en Madrid una racha de siete derrotas consecutivas ante Novak Djokovic, Rafa Nadal volvió a ganar (7-6 (4) y 6-3) ayer al serbio en Roma. Pudo con la mejor versión en mucho tiempo de su eterno rival, al que se ha enfrentado con esta en 51 ocasiones, y estrechó el balance particular, que es ahora de 26-25 a favor de Nole (4-3 para el español en el torneo). Nadal juega hoy la final (16:00, MD2) en el Foro Itálico por décima vez, en busca de su octavo título allí, de un éxito que le devolvería el número uno que regresó el pasado lunes a manos de Roger Federer tras la eliminación del balear en cuartos del Mutua. Con el triunfo, supera al suizo como líder histórico en victorias en Masters 1.000: 356 por las 355 que suma su otro íntimo enemigo.
Nadal no ha perdido nunca una semifinal en la capital italiana (10-0). Y en el partido por el trofeo, el último que le ganó fue Djokovic (2014). Hoy lo intentará Alexander Zverev, vigente campeón que venció a Marin Cilic por 7-6 (13) y 7-5. Aún no ha ganado al español (0-4), pero está en racha: 13-0 con títulos en Múnich y Madrid.
“Jugué con la determinación correcta en los momentos importantes”, explicó Rafa al final de un partido cuyo primer set fue épico, con el aroma de los mejores duelos de la rivalidad más repetida en la élite del tenis. El español aguantó las embestidas del balcánico, el orgullo de leyenda que todo el mundo espera de él, con momentos de ese mal genio tan suyo que se echaba de menos. Novak fue capaz de levantar un 5-2 y alcanzar la muerte súbita, aunque fue superado por pequeños detalles, los que discutió acaloradamente con su viejo entrenador, Marian Vajda. Una hora y 11 minutos de largos intercambios con pocos errores (34 entre ambos al final), golpes brillantes, tensión... Demasiado para un Djokovic que no había jugado cinco partidos seguidos esta temporada.
Físico. En la segunda manga, Nadal, inmenso físicamente, mejoró su propuesta y rompió pronto, en el tercer juego, el saque de The Djoker, que aún tuvo arrestos para intentar remontar en el octavo. No en vano, es el único tenista que ha ganado más de tres veces (siete) en tierra al indiscutible rey en esa superficie, que resistió y cerró el triunfo al resto con un revés paralelo tremendo. “Es demasiado bueno para no estar entre los mejores”, dijo el de Manacor sobre el de Belgrado. El partidazo se quedó algo corto, pero la extraordinaria batalla de estos dos gladiadores ha vuelto a la arena. Esperemos que para quedarse.