El Real Oviedo está pendiente de una última carambola
Las opciones de playoff, escasas
La derrota de León tiene efectos muy nocivos para las aspiraciones azules. Duele el tropiezo por cómo se produjo y por lo que pudo haber significado. De haber ganado, el Oviedo estaría quinto y dependería de sí mismo en la última jornada, en la que se enfrente a un Huesca que ya está ascendido a Primera. Ahora, solo una carambola le serviría a los de Anquela para disputar el play-off de ascenso a la máxima categoría. El objetivo marcado desde principio de temporada, aunque nunca pronunciado públicamente, queda ahora pendiente de un milagro en la última fecha.
Para que se dé la combinación, la primera premisa es ganar al Huesca en el Tartiere. Todo lo que no sea conquistar los tres puntos significaría el fin de cualquier opción. Pero, además, se tendrían que dar otros tres resultados satisfactorios. Por un parte, que el Cádiz pierda en su visita a un Granada que no se juega nada. En segundo lugar, que el Valladolid y Osasuna no empaten en el duelo que ambos dirimen en Zorrilla. Y por último, que el Numancia no sea capaz de derrotar a la Cultural Leonesa en el choque que se disputará en Los Pajaritos y en el que los de De la Barrera se juegan la permanencia en Segunda otro año más.
El Oviedo afronta con realismo el desenlace de la competición, consciente de que sus opciones son remotas, aunque con la intención de ganar al Huesca para ver si es posible que se dé la carambola. El último choque de la fase regular también tiene el morbo añadido con la incertidumbre sobre el futuro de Anquela: podría ser el último partido del entrenador jienense.
Técnico Este partido podría ser el último de Anquela en el banquillo oviedista