AS (Galicia)

“En el 2-2 el balón salió por un lado y se jugó por el otro” Renard

- S. SANTOS / KALININGRA­DO

¿Qué piensa del arbitraje y de las tarjetas amarillas que recibió?

—En cuanto a las tarjetas, creo que hicimos algunas faltas que las merecieron, pero no todas. Estamos enfadados por una amarilla que no vio Piqué. Sólo haré una matización: en el segundo gol de España, el balón salió por un lado y se jugó por la otra banda. Si no está autorizado es un error de arbitraje garrafal. ¿Se puede jugar el córner del otro lado del que salió? Yo fui a preguntárs­elo a los árbitros, pero la puerta estaba cerrada y no me contestaro­n. —¿Considera que les han ‘robado’?

—Arbitrar no es fácil. Ya he dicho lo que tenía que decir. Ahora tenemos que centrarnos en el resultado. Nos habría encantado ganar, era el objetivo. Sufrimos, pues España es una mezcla del Barcelona y del Madrid. Es extraordin­aria. Por eso quiero felicitar a todos mis jugadores por este Mundial. Llevábamos 20 años sin venir y hay que pagar el precio de la lección. Pero ante España y Portugal demostramo­s que podíamos estar a la altura. Podemos irnos con la cabeza alta. —¿Quiere seguir como selecciona­dor de Marruecos?

—Vamos a disfrutar del presente. Tendremos tiempo de estudiar el futuro. Dejemos que se acabe el Mundial, miraremos los partidos con los ojos como platos, aunque ahora como espectador­es. —¿Puede hablar de sus emociones?

España “Es una mezcla del Real Madrid y del Barça, es magnífica”

—Son cosas que ya sabía, pero vi una confirmaci­ón ante Irán: son partidos que si no puedes marcar no debes perderlo en el tiempo añadido. Los dos partidos siguientes fueron extraordin­arios. Teníamos equipos expertos enfrente. En África no solemos tener equipos con tanta posesión como España. Son lecciones tácticas muy valiosas, aunque es distinto estar aquí que ver el fútbol por la tele. —¿Por qué hizo tantos cambios en la defensa? —En el primer partido necesitaba a alguien que pudiera relanzar el juego porque íbamos a tener más el balón. En el segundo, convenían Da Costa y Benatia. Y en este, Benatia tenía que infiltrars­e para poder jugar y no servía de nada correr ese riesgo.

—¿Qué fallos vio en España? —Yo no soy el entrenador de España. Estudié su rendimient­o ante Portugal, pero nosotros no tenemos a Cristiano.

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