La campeona se va a casa

Kim y Son, en el descuento, dieron la victoria a Corea ● Alemania dominó, pero no estuvo nunca cómoda ● La maldición del campeón continúa

Después

de Italia en 2010 y España en 2014, le ha llegado el turno a Alemania de sufrir la maldición que persigue al vigente campeón. Sólo Brasil se ha librado de ella. La Mannschaft, que partía como máxima favorita para revalidar el título de campeón del mundo, fracasa en Rusia al quedar eliminada en la fase de grupos. Algo que nunca le había pasado. La selección dirigida por Joachim Löw cayó por 0- 2 ante una rocosa y valiente Corea del Sur, para dejar a Alemania última del grupo F. Es el mayor fracaso en toda la historia germana en los Mundiales, donde como mínimo siempre había sobrevivido la fase de grupos...

Los que esperaban una Alemania liberada tras el golazo de Kroos ante Suecia en el último suspiro del encuentro volvieron a quedar decepcionados. Tal y como era de esperar, la Mannschaft se hizo con el cuero desde el principio del choque, pero no lograba crear peligro ante el muro que propuso el conjunto surcoreano, que con una gran actuación de su guardameta dejó su portería a cero. Kroos se limitó a la distribución del balón, Özil sigue sin encontrar la chispa que le caracteriza y Reus no podía estar en todos lados. Alemania lo intentaba, pero con cautela, mucha cautela. No querían adelantar las líneas como contra México y Suecia para no correr peligro de morir en un contragolpe, una propuesta germana que invitó a los de Shin a tener protagonismo en el centro del campo.

Y lo tuvieron. De hecho, las ocasiones más claras de la primera mitad llevaban apellido surcoreano. Liderados por un imperial Lee desde la banda derecha, los Taeguk Warriors pusieron en serios apuros a la zaga teutona y estuvieron a punto de adelantarse en varias ocasiones. Un libre directo de Jung que no pudo atajar Neuer y un disparo del siempre peligroso Son que rozó el travesaño le sirvieron de aviso a los de Löw que no terminaban de despertar. Merecía más Corea, pero el gol no llegaba.

La cosa no cambió tras el descanso. Alemania salió con más determinación, Goretzka y Werner tuvieron las más claras del encuentro, pero a los cinco minutos del segundo tiempo le llegaba la mala noticia a Löw: Suecia se había adelantado ante México, lo que significaba que la campeona estaba fuera si no marcaba antes del final. Alemania necesitaba un gol. Un milagro. Otro más. Pero no estaban Lahm. Ni Klose. Tampoco Schweinsteiger. Los líderes que sacaban los dientes cuando Alemania estaba contra las cuerdas cuatro años atrás, en aquel Mundial que Alemania logró levantar dejando al planeta ojiplático con su fútbol. Atacaba la Mannschaft deseseperada. Contraatacaba Corea. Y liquidó a Alemania en el descuento gracias a dos tantos. El primero de Kim con la ayuda del VAR, que lo dio como válido, y el segundo Son ya con Neuer en el área contraria. Un 2- 0 que deja al campeón fuera.