Felipe Perrone “En Brasil se tiene miedo a invertir en el deporte”

Felipe Perrone (Río, 1986) vuelve a debutar con la Selección española de waterpolo después de disputar con Brasil los Juegos de 2016. Transcurridos dos años, la corrupción de su país natal se lo cargó todo. El waterpolista habla de sus experiencias y del nuevo combinado de David Martín.

—La palabra es ilusión. Tuve la oportunidad de haber jugado antes con España, y volver a vivir esta experiencia es increíble. Estoy muy contento de ayudar a seguir construyendo este equipo.

—Por cierto: ¿qué queda de la Río olímpica?

—Es una tristeza todo… Siempre dije que me sentí brasileño y español. En el momento de los Juegos decidí jugar con mi país de nacimiento precisamente por las transformaciones deportivas y sociales que provocarían los Juegos, pero eso no se ha llevado a cabo. Quedan muy pocas cosas. Pudo ser una oportunidad y no se ha aprovechado por las manchas de la corrupción. La gente ahora tiene miedo a invertir en el deporte.

—Usted ha jugado en Brasil, España, Italia y Croacia. ¿Cómo se vive el deporte en cada país?

—En Brasil el deporte es una diversión, en Italia es profesionalidad y en Croacia es identidad. Aquí en España es una mezcla de todo lo anterior. Es difícil destacar un punto, porque para mucha gente la Selección es identidad nacional, pero luego se mezclan otros conflictos.

—¿Y con qué experiencia a nivel de clubes se queda?

—Mi mejor experiencia la he vivido en Croacia. Allí el waterpolista tiene reconocimiento social. Es espectacular, la gente lo vive y se involucra. Tiene su lado positivo y su lado negativo, porque todos hablaban de deporte, a veces bien y otras mal, pero estaba feliz de ser una persona conocida.

—Usted lleva jugando como profesional desde 2003. ¿Cuál es su secreto?

—Disfruto entrenándome. Me encanta. Sigo haciéndolo como un niño. Para jugar al waterpolo contra serbios, croatas o húngaros hay que prepararse más y mejor.

—¿Y hasta cuándo?

—Como dice Dani López-Pinedo (el portero de la Selección), año a año.

—¿Está mentalizado para el día después de dejarlo?

—Si practicas un deporte

minoritario tienes que pensar ya en el futuro. He hecho un postgrado de gestión deportiva para que la transición cuando me retire sea mejor.

—¿Y a qué aspira esta Selección en el próximo Europeo de Barcelona?

—Creo que nos toca un grupo nuevo, con chicos de 19 ó 20 años a los que no hay que poner un reto. Deben ir poco a poco. El bloque anterior se quedó en la barrera de cuartos. Me he encontrado una España distinta. La experiencia es diferente y vamos a ver hasta dónde somos capaces de llegar.

—¿De qué les sirven estos Juegos Mediterráneos?

—Para nosotros son una miniolimpiada, porque puedes convivir con otros deportistas. Estar en casa es bonito, y nos lo tomamos como un test para el Europeo, que será también ante nuestra gente.

—Usted siempre ha sido un jugador creativo, ¿cómo es posible en el waterpolo?

—No hay velocidad, pero sí que tienes espacios para poder imaginar y ser creativo.

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