Courtois, un fichaje de altura
Ni Neymar, ni Mbappé,
ni Lewandowski, ni Kane, ni Cavani, ni Hazard... La primera bomba del verano del primer Madrid post Cristiano no llegó en la zona de ataque como se esperaba, sino en la portería. Siempre les he dicho que con
Keylor Navas duermo muy tranquilo y que los madridistas sabemos que con el ‘tico’ hemos estado y estamos en buenos guantes. Tres Champions consecutivas lo avalan. Y les recuerdo que en las finales de
Cardiff y Kiev tuvo intervenciones decisivas. Pero en mis tertulias de bar con mis amigos merengues siempre poníamos un nombre en el escaparate que lograba que colocáramos la luz verde ante una posible llegada: Thibaut Courtois.
El gigante belga se acreditó durante años en el Atleti (la última Liga y la última Copa del Rey que han conquistado los vecinos del Wanda fueron con el belga en su portería), ha mantenido una línea bastante buena en el Chelsea y en el Mundial de Rusia se confirmó como el mejor guardameta del campeonato, convirtiéndose en la pesadilla, entre otros, de un tal Neymar... No hemos fichado la Bota de Oro del Mundial, pero sí el Guante de Oro.
Courtois está enamorado de Madrid y aquí viven su familia y sus hijos. Ha plantado cara a
Abramovich con tal de forzar su fichaje para jugar en el Bernabéu. Eso lo valoro mucho. Sigo creyendo que con Keylor la portería blanca está a buen recaudo, pero con la llegada de Courtois aumentará la competencia y ahora sí que podremos presumir los madridistas de tener los mejores porteros que pisan el planeta fútbol. Incluso, el ucraniano
Lunin aparece en el horizonte como un posible heredero y también está amarrado. El reto para Keylor y Courtois es apasionante y de eso se beneficiará el Madrid. Gran fichaje.