Oblak, decepcionado, no tiene intención de renovar
Tras un año esperando no quiere tocar su actual contrato
Oblak ha comenzado la temporada como la acabó, siendo decisivo para el Atlético. El pasado sábado salvó los tres puntos de nuevo (como ya hiciera en la 1ª jornada de LaLiga, en Mestalla ante Wass, Batshuayi y Gameiro). Dos paradas decisivas del esloveno cuando el partido ante el Rayo expiraba (a Pozo en el minuto 86 y a Moreno sobre todo, en el 89), impidieron que el equipo de Míchel se llevara uno o los tres puntos del Wanda Metropolitano.
Oblak fue el jugador más regular del Atlético la pasada temporada, de agosto a mayo, y continúa en esa línea. Su situación contractual ha dado mucho que hablar durante las últimas semanas. As ha podido consultar a fuentes cercanas al esloveno y, en este momento, no tiene ninguna intención de sentarse a hablar con el Atlético.
El portero, según esas mismas fuentes, se siente decepcionado con los gestores del club rojiblanco porque hace ya más de doce meses que espera y, sobre todo, porque entiende que se han incumplido una serie de promesas que se le hicieron tras la última ampliación, un año más, hasta 2021, que se produjo el 9 de febrero de 2016. Trajo consigo, además, un aumento de su cláusula. De 45 millones que eran cuando se le fichó del Benfica, en el verano de 2014, a los 100 que se fijaron entonces, que sigue teniendo ahora. Pero es que el portero entiende que ya ha habido tiempo más que de sobra para zanjar este asunto de su renovación. “En este momento ya no es una cuestión de dinero”, es lo que le desliza el meta rojiblanco a sus círculos más cercanos.
Durante este verano, el Liverpool fue el club que más se interesó por la situación del portero esloveno del Atlético.Pero los Reds no fueron los únicos. El Chelsea también mostró su interés, como lo hizo el PSG, que finalmente optó, ante sus problemas con el fair play financiero, por una opción a bajo coste como Buffon. El meta es el deseo de su presidente Al Khelaifi esta temporada y la pasada.
Enfado “Ya no es una cuestión de dinero”, desliza el portero a su entorno