Jiménez Quiles paró Granada en descapotable
■ Granada ha dado buenos ciclistas, pero sólo uno fue capaz de paralizar la ciudad, de cerrar los comercios y de sacar a sus paisanos a la calle, para recibir honores mientras rodaba camino del balcón del Ayuntamiento en un descapotable. Su nombre es Antonio Jiménez Quiles (1107-1934). Su gesta fue acabar segundo en la Vuelta de 1955 con sólo 20 años, a 3:06 de Dotto y delante de Geminiani y Loroño. Ningún otro granadino ha subido al podio de una grande.
Quiles corrió con el equipo regional Cataluña-Aragón-Andalucía. Fue como ir solo. “Me tenía que dar yo los masajes por la tarde y prepararme la bicicleta por la noche”, explicó el año pasado, durante la presentación del libro ‘Jiménez Quiles, memoria de un ciclista’. Fue un notable escalador, que conquistó dos veces el Campeonato de España de Montaña (1957 y 1960).
En aquella Vuelta, los equipos de España A y B se dedicaron a sus peleas internas. Quiles defendió sus intereses. En la 10ª etapa, en Cuenca, entró en la fuga buena con Dotto. El francés se puso líder y el andaluz se metió en el podio. Había bajado en tren con un billete de tercera y con lo puesto, y regresó con 20.000 pesetas de la época en el bolsillo. Un dineral.
Jiménez Quiles corrió entre 1952 y 1962, pero se retiró pronto para dedicarse a los negocios de transporte y turismo. Nunca igualó aquel resultado.