El Valencia recibe a un enemigo íntimo: el Betis
A los de Marcelino, con sólo dos puntos, les urge el triunfo
Mestalla fue la casa de Joaquín durante cinco años. El suyo era el fichaje más caro del Valencia hasta que llegó Lim. 216 partidos, varios inclusive como capitán. En Mestalla fue feliz, aunque no tanto como últimamente se le ve por el Villamarín. Barragán también estuvo un lustro por Mestalla. Ahí maduró. 151 partidos, 7 de ellos de Champions. Se le quiso como a un yerno; se le criticó como a un cuñado. Guardado jugó 66 encuentros, varios de lateral. A él le fue mejor después en Eindhoven y ahora con Setién. Canales, el último ex del Valencia en vestirse de verde, llegó en su día a Mestalla para sentirse como en Santander, si bien, tuvo que marcharse a San Sebastián para volver a ser el que fue. O parecerse.
Los recuerdos de los cuatro, aquellos sueños incompletos, acompañan al Betis hasta Valencia. Los suyos y los de Piccini, aunque los de Marcelino no están para bienvenidas ni el italiano para nostalgias de su paso por Sevilla. La paz que el Betis halló en su derbi con el gol de Joaquín aún no la han encontrado los che, que siguen sin ganar en esta Liga. Sólo suman dos puntos.
Al Valencia le urge una victoria. Necesita liberarse, ser más regular; también mejorar en defensa, su lunar, su ansiedad: cinco goles en tres jornadas. Muchos son. Marcelino, por ello, hará rotaciones... las justas. Su duda está en Rodrigo, en su fatiga. Quien seguro vuelve es Kondogbia, que es mucho decir. Bien lo sabe Parejo.
A Setién también le espera Europa a la vuelta de Mestalla y como la de Marcelino su plantilla es corta. Pero él hará cambios obligados. No tiene ni a Carvalho ni a Feddal. Lo normal es que por ellos jueguen Javi García y Sidnei. Lo Celso viajó a Valencia, otro atractivo del partido, como lo es Guedes.