AS (Galicia)

Las cinco incongruen­cias del proyecto Mohamed

El método del argentino choca con la grada y con la confección de la plantilla

- ABRAHAM MARTÍNEZ

Balaídos pitó a su entrenador ante el Getafe pese a que el equipo está a cuatro puntos del líder. El extroverti­do técnico compareció cabizbajo en la sala de prensa. En tan solo un mes, su popularida­d ha caído en picado.

Defensa. Mohamed señaló desde su llegada a Vigo que su primer objetivo era solucionar la sangría defensiva heredada. El Celta encajó 69 goles en la última campaña de Berizzo y 60 el año pasado con Unzué. De momento, los números con el nuevo técnico están siendo bastante similares a los de sus antecesore­s. Ni el desembolso realizado por Néstor Araújo, el zaguero más caro en la historia del club, ha aportado solidez. El mexicano incluso perdió su condición de indiscutib­le contra el Getafe y en el eje de la defensa actuaron Cabral y Roncaglia, el tándem habitual con Berizzo.

Sistema. Desde el primer partido de la pretempora­da, Mohamed entendió que la fragilidad atrás era una cuestión táctica y no de nombres. En ese amistoso contra el Córdoba, actual colista de Segunda, acabó asustado viendo como los andaluces le ganaban la espalda a su línea de cuatro zagueros. A partir de ese día el carrusel de sistemas no ha parado: 5-2-3, 4-4-2, 4-3-3, 4-2-4, 5-3-2... Esta variedad en el dibujo le funcionó en Valencia para reaccionar y empatar, pero ha fracasado en el intento de conservar resultados favorables ante el Valladolid y el Getafe. Frente a los madrileños el gol de Mata llegó un minuto después de que entrara Araújo para transforma­r el 4-4-2 en un 5-3-2.

Okay. El mediocentr­o turco no acaba de ofrecer lo que le pide su entrenador. Mohamed dio el visto bueno a su fichaje por 7 millones de euros porque quería músculo en la medular. Sin embargo, el internacio­nal otomano no está imponiendo su 1,91 de altura y es el suplente de Beltrán y Lobotka, dos pivotes de 1,70. Contra el Valencia se comprobó que los tres no pueden jugar juntos.

Banda derecha. En la posición de centrocamp­ista por la banda derecha el cuerpo técnico ya ha probado a siete jugadores (Brais, Sisto, Boufal, Lobotka, Beltrán, Jensen, Mallo y Mor) y el que más le convence es un lateral, Mallo. A Mohamed le falta en la plantilla un especialis­ta en ese puesto que saque centros con su pierna natural. Así lo manifestó tras el partido con el Getafe. Con otras palabras vino a decir que la dirección deportiva no había logrado cubrir la marcha de Daniel Wass.

Afición. El resultadis­mo del entrenador no agrada a los fieles de Balaídos. Una situación difícil de explicar teniendo en cuenta que es el mismo público que no comulgó con la apuesta por la posesión de Unzué. La sombra de Berizzo sigue siendo alargada. Pese a tener al equipo a cuatro puntos del líder, Mohamed fue despedido este lunes con una pitada que pocas veces se ha dado desde que el Celta regresó a Primera. La crisis con la grada quizás sea lo que más preocupe a un técnico del perfil del argentino, y también al presidente Carlos Mouriño.

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