Forza Horizon 4: el lado más salvaje de la velocidad
Soberbio arcade que mezcla conducción urbana, carretera y off-road
Forza Horizon se ha convertido en sinónimo de calidad y diversión en el mundo de los juegos de velocidad. Sus entregas, espaciadas cada dos años, marcan tendencia en el género.
Este cuarto capítulo se ambienta en Gran Bretaña y vuelve a reunir entornos urbanos (Edimburgo), circuitos cerrados, carreteras abiertas al tráfico y caminos off-road.
Las cuatro estaciones. Es habitual ver ya en los títulos de velocidad variaciones atmosféricas, de luz o de hora, pero es la primera vez que un juego incluye un cambio de estación. Y no se trata de algo banal sino que influye, y mucho, en la conducción: así una pista que en verano está seca
y llena de polvo, la podemos encontrar llena de barro en otoño, de hielo o nieve en invierno o sufrir una tormenta en primavera.
Un amplio garaje. Hay unos 450 tipos de vehículos disponibles, desde flamantes deportivos (Ferrari, Aston Martin, Lamborghini...) a coches actuales (Audi, BMW, Toyota...), pasando por modelos que hicieron leyenda: Renault 5 Turbo, Porsche 550A Spyder, McLaren F1 1993, Lancia Stratos...
Ganar a toda costa. Forza Horizon 4 es un desafío que premia, sobre todo, la victoria sin importar el cómo. Aquí se puede empujar a los rivales, tomar atajos, conducir en dirección contraria, todo vale si se alcanza el primer puesto. Los éxitos reportarán enormes ventajas que repercutirán en mejoras para los vehículos.
Hay tres factores que marcan el devenir en la partida: créditos, influencia y habilidades. Es necesario progresar en las tres para asegurarse el triunfo en las competiciones más exigentes.