“Mi estreno fue escuchar que España encubría” Ana Muñoz
¿Cómo estaba la Agencia cuando llegó en 2012?
—No tenía competencias reales como organización nacional antidopaje: no realizaba controles, ni podía sancionar. No era reconocida internacionalmente como tal. Era el CSD el que se ocupaba de esas competencias. —¿Qué faltó en su mandato?
—La Ley Orgánica 3/2013 se adelantaba al Código de 2015, pero no contemplaba garantías para que la nueva Agencia fuera
independiente del CSD financiera e institucionalmente. —¿Lo mejor de su gestión?
—Conseguir el reconocimiento internacional de que en España los procedimientos seguían los mismos criterios que en el resto de los países. Los casos de Armstrong y Marta Domínguez o la voluntad de no dejar que se cerrara en falso la Operación Puerto fueron definitivos.
—¿Cuál fue la peor situación? —Mi primera reunión con las Agencias Europeas, y escuchar que España no colaboraba, encubría y no luchaba realmente contra el dopaje. —¿Su percepción sobre cómo debería funcionar el antidopaje?
—Hay que garantizar medios económicos y procedimientos verificables externamente sobre los criterios de controles, distinguiendo entre el deporte amateur y el profesional.