El efecto Champagne se mide ante Carlos y Riazor
El Oviedo tendrá el apoyo de más de 2.000 seguidores
El Deportivo se entrenó ayer rodeado de grúas en un Riazor cuyas obras parecen no tener fin. Hoy cambiará el paisaje, con mas de 2.000 aficionados del Oviedo que viajarán a A Coruña para apoyar a su equipo en la difícil visita al feudo coruñés. Cinco partidos, cuatro victorias y un empate, diez goles a favor y dos en contra. Ese es el cartel de visita que les espera. Sin duda el aviso está al nivel del reto.
La gran amenaza para los astures se llama Carlos Fernández. Acaba de ser convocado por la Sub-21 y tiene en Riazor su paraíso. Sus cinco goles los ha marcado en casa, y además los ha hecho en los últimos tres partidos del Depor como local. Todo un peligro, que se multiplica junto a un Quique que si no marca, asiste. Y si no asiste, amarga a cualquier defensa a base de desmarques y trabajo.
Enfrente le espera un Oviedo aguerrido con Champagne de última línea. El argentino relevó en la portería la pasada semana a un Herrero que tampoco había estado mal. El año pasado, justo a estas alturas, Anquela movió la portería y el equipo, dubitativo hasta entonces, enlazó cinco victorias seguidas. Quién sabe si la historia se puede repetir.
El gran problema de Anquela es que no podrá contar con Saúl Berjón, brújula y goleador del equipo. Su relevo natural, Aarón Ñíguez, también es baja, por lo que la dificultad aumenta ante un Deportivo que tiene pocas grietas en Riazor.
Refuerzos. En el conjunto coruñés Natxo, tras dos partidos de sanción, vuelve al banquillo. También regresa Fede Cartabia después de cinco encuentros de baja y probablemente Krohn-Dehli, aunque la convocatoria blanquiazul no se conocerá hasta hoy mismo.