Derbi bajo mínimos y vital para los entrenadores
Anquela y Baraja se juegan su futuro en el Tartiere
Basta un dato para situar al derbi asturiano: sólo una vez en toda la historia (2001), los dos contendientes llegaban en una situación peor en la tabla. El clásico del Principado aterriza en plena desconfianza hacia los proyectos de Oviedo y Sporting y con los técnicos, Anquela y Baraja, en la cuerda floja. Del derbi debería salir un equipo reforzado y otro aún más tocado. El choque, también, podría suponer el fin de su etapa azul para alguno de los entrenadores. El derbi de las urgencias presenta el interés añadido de ver qué equipo logra estirar la cabeza.
El Oviedo llega a la cita afectado por la última jornada. Los azules perdieron en Riazor, con un resultado más negativo que la imagen del equipo. Un duro golpe de cara a la semana más especial. Anquela recupera para la ocasión a Saúl Berjón, su futbolista más desequilibrante, aunque debe recomponer su defensa, la línea que más dolores de cabeza le está dando. Carlos Hernández se rompió en Riazor y estará un mes de baja.
En el Sporting, Baraja tiene a disposición a toda la plantilla, pero ha preparado algún cambio en ataque en busca de profundidad y remate. La entrada de Neftali, en lugar del serbio Djurdjevic, puede ser la novedad más relevante en el equipo gijonés. El Sporting busca en Oviedo la primera victoria fuera de casa y enderezar un rumbo que le ha llevado a sumar sólo cuatro puntos de los últimos 18 disputados.