River-Boca, suspendido de nuevo
La final de la Libertadores parece destinada a no jugarse ● Ayer se postergó otra vez “al no haber igualdad de condiciones” y no hay fecha ● Otra jornada marcada porla vergüenza en Buenos Aires
La final del siglo, la final del mundo, la final soñada terminó en la final del escándalo. Todos los rótulos que promocionaban el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de América entre River Plate y Boca Juniors en las calles de Buenos Aires quedaron reducidos a nada. El espectáculo histórico, el partido imperdible, ni siquiera se pudo jugar.
La voz del Estadio Monumental anunció este domingo a las 14:15 horas de Buenos Aires que la final estaba otra vez postergada. Miles de personas se enteraron cuando ya estaban sentadas en sus asientos. Otros mientras hacían las largas filas de acceso. Dentro y fuera la decisión fue asumida con resignación, casi sin protestar.
Lejos del ambiente de fiesta que se vivió el sábado, este domingo los alrededores del estadio de River amanecieron en silencio. El reforzado operativo de seguridad que se armó tras el ataque al bus de Boca se encontró con un peregrinaje triste de personas caminando a una final destinada a no jugarse.
El sábado la pregunta en Buenos Aires era sí las cosas se podrían haber hecho peor entre la CONMEBOL y la organización. Este domingo se comprobó que sí. Durante la mañana el partido seguía con su plan original, pero algo no calzaba: River abrió las puertas del estadio a las 13:00, mientras Boca lanzaba un comunicando pidiendo la suspensión y que le dieran la final por ganada.
La CONMEBOL, siempre en fuera de juego, tuvo que salir a responder cuando ya era tarde. “No hay igualdad de condiciones. La final se reprograma. Tomaremos la decisión el martes”, afirmó el presidente Alejandro Domínguez. Lo que no dijo fue que la decisión del organismo sudamericano era jugar hoy como fuese, y que finalmente tuvo que ceder ante la queja de Boca.
Lo cierto es que esa pelea recién comienza. Rodolfo D’Onofrio, presidente de River Plate ya alertó: “La final se juega en River y con gente”. Del otro lado, su homólogo, Daniel Angelici, que fue presionado por la CONMEBOL con una carta firmada
Decisión La CONMEBOL resolverá mañana si se juega y dónde
donde se comprometía a jugar el domingo, le respondió: “Esperaremos la respuesta del tribunal”. Se habla del 8 de diciembre como fecha prevista. Se habla de Emiratos Árabes y Asunción como sedes alternativas. Por ahora, sólo opciones.
Los jugadores de River se retiraron del Monumental cuando ya estaban instalados.
En la concentración de Boca, el técnico, Guillermo Barros Schelotto, argumentó la decisión del presidente: “Estábamos en desventaja, no podíamos jugar”. Ambos equipos coincidían en que el aplazamiento era lo razonable. Lo insólito fue la forma.
En ese tiempo, muchas dudas que tardarán en responderse. El Gobierno de Buenos Aires reconoció que el ataque al bus fue premeditado y vinculó el hecho a un allanamiento en un jefe de la barra de River Plate donde se requisaron 300 entradas. “Son mafias que están enquistadas en el fútbol argentino desde hace 50 años”, lamentó, sin anunciar cambios, ni sanciones.
Desde hace un mes en Argentina se promocionó un espectáculo nunca antes visto y lo que ocurrió probablemente lo fue. Violencia, descontrol, caos, y de fondo una cancha vacía, sin fútbol, fue la postal de 48 horas irreparables. La imagen más lamentable al mundo de un país que está en una ruta que cada vez inquieta más.
Emiratos Se dice que el partido podría jugarse en Dubai o Asunción