El Villarreal es primero y Chukwueze, su nuevo líder
El nigeriano da el pase en el feliz estreno de Luis García
Chukwueze ya es el líder de este Villarreal. Ante el atasco general, canteranos, fichajes y pilares le buscan sin disimulo. Si falla, porque aún debe pulir la toma de decisiones, le respetan como si llevara el brazalete o acumulara un centenar de internacionalidades. Y tras resolver, le sustituyen para que reciba sus aplausos. Lo que parecía un complemento que se había sacado Calleja de la manga, es un clavo ardiendo. Con sólo un par de meses instalado volvió a ser clave ante el Spartak. Su gol de pillo (10’), tras acomodarse un balón rebotado y colocarlo con dulzura entre las piernas de su marcador, abrió el camino hacia la victoria, puso al Submarino en dieciseisavos como primero, eliminó al ogro ruso y, a falta de brillantez, cambió la suerte de un equipo que caminaba cabizbajo. De Ekambi fue la misión de sentenciar.
Luis García sólo lleva tres días en su nuevo puesto. Y, sin embargo, intervino más de lo esperado. Sentó a Cazorla en su cumpleaños junto a Trigueros y Bacca, que es algo así como cambiar de repente los pantalones de campana por unos de pitillo. También apostó por un doble pivote de cemento armado (Cáseres-Javi Fuego), devolvió a Chukwueze a la derecha y priorizó el orden al arte. El juego volvió a estar lejos de lo esperado y el equilibrio saltó a veces por los aires. Víctor Ruiz está desafinado. Tras el 1-0, el Spartak gozó de cuatro ocasiones, así que Andrés aprovechó para autoproclamarse apagafuegos.
Lo mejor que le pudo pasar al Villarreal fue regresar del descanso acertado. En la primera jugada hilvanada, Ekambi y Fornals construyeron una pared que acabó en diana. El 2-0 pareció dejar el encuentro visto para sentencia, pero Zé Luis estrelló un cabezazo en el palo. Misma suerte que corrió Cáseres después de un pase de la muerte de Chukwueze, que no sólo ha aprendido a resolver sino también a compartir. La nueva esperanza ya tiene a su primera víctima. Y todo pinta a que no será la última. El futuro le pertenece.
Spartak Tuvo sus ocasiones (un palo) e hizo lucirse a Andrés Fernández