Álex y De Tomás pusieron un Rayo de luz en la niebla
El triunfo ante el Levante le deja a tres puntos de la salvación
Vallecas se despidió de 2018 con una tímida sonrisa. El Rayo se impuso al Levante (van dos triunfos seguidos en casa) y sumó tres puntos de esperanza en la lucha por la salvación, más abierta que nunca, con el Athletic sólo a tres. Escenario que dibuja una Navidad más feliz para los franjirrojos y tampoco estropea la de los granotas, quienes pese a tropezar (de nuevo) ven la zona de peligro desde la distancia. De algo les ha servido llegar a las vacaciones con los deberes bastante encarrilados. A los madrileños les tocará hincar codos en el mercado invernal.
El frío y la niebla no se quisieron perder esta cita, a la que ambos pretendientes llegaron con las pulsaciones disparadas. El Rayo, con tres centrales y dos carrileros, desplegó sus mejores cualidades y las ocasiones de Embarba, De Tomás y Álvaro se sucedieron. Sin embargo, el Levante no sucumbió a sus encantos y Dimitrievski tuvo que aplacar los disparos de Roger y Morales.
El partido era una conversación constante. Cada acción franjirroja tenía su réplica granota, hasta que Álex Moreno tomó la palabra. Firmó una jugada individual en la que se deshizo de dos rivales --caño a Morales incluido-- antes de poner un centro envenenado que Toño empujó al fondo de su portería. Los levantinistas quisieron resarcirse, pero Velázquez truncó el peligro de Mayoral y Dimitrievski hizo un paradón a Rochina.
Locura. No cesó el frenesí tras el descanso y el Levante salió lanzado. Dimitrievski tuvo que estirarse para sacar un lanzamiento de Roger, siempre merodeando el área enemiga. Casi sentencia De Tomás con una falta directa que repelió Oier (Embarba mandó fuera el rechace) y justo después, en una contra, Rochina puso el empate con la zurda. La locura se había instalado en Vallecas y se agarró aún más que la bruma.
El intercambio de golpes era constante e impredecible. Entonces, irrumpió Álex Moreno subiendo la banda y colgando un balón que tocó Oier y cazó De Tomás. Otro gol en la cuenta del Killer franjirrojo, otro en casa (sus cinco dianas llegaron allí). Vallecas volvió a rugir. Hubo intriga hasta el final, con Dimitrievski sobresaliente taponando las arremetidas azulgranas. Este año toca a su fin, pero aún queda Liga y el Rayo todavía tiene pulso. Que pase 2019.