El Sevilla se reengancha a la Liga en el minuto 91
El conjunto de Machín jugó con diez 45 minutos
EI Sevilla nunca se rinde. Cabalga siempre hacia la épica desbocada. Así ha nutrido sus vitrinas de éxitos en Europa. También en España. El empate en Butarque no le dará ningún título, pero sí le permitirá seguir luchando por ése que sólo luce una vez en el museo del Pizjuán. Iban perdiendo los andaluces en el 91’ cuando Ben Yedder enganchó un testarazo que mantiene erguido al equipo en su anhelo por acompañar la estela de Barça y Atlético. El sueño de ganar la Liga sigue siendo posible.
El gol del francés llegó tras una segunda parte de épica colectiva por culpa del Mudo Vázquez, futbolista “inconsciente” (Machín dixit) que se autoexpulsó camino del túnel al descanso por calentarse al pedir la roja para Nyom. Pero la vio él y la padeció un Leganés conservador después del incidente. Curioso. Los de Pellegrino habían sido tiranos del primer tiempo. Vesga, en el 4’, confirmó a los blanquiazules como escuadrón de bombardeos. Carrillo suele ser percutor del miedo pepinero en cada despegue. Ayer no. Vesga le robó las alas. También los motores, el radar e incluso los misiles. Su gol fue un Tomahawk de cabeza.
Asustó a un Sevilla desconocido, fallón sobre todo en el medio. Ahí reinó Rubén Pérez, comandante de los ejércitos pepineros y, esta vez, caudillo frente a Amadou y Mesa. Lógico: faltaban Sarabia y Banega. Palabras mayores. Tan grandes como los arrestos que le echó el Sevilla tras la roja al Mudo Vázquez.
Con diez cambió todo. Hasta el clima. Bajó la niebla y se ahogó el sol. También el Leganés, incapaz de evitar que su rival fuera expandiéndose como el vapor blanco que llovía del cielo. Amadou mandó de cabeza al palo un primer aviso en el 80’, que tuvo réplica con En Nesyri y su zapatazo al travesaño del 89’. Cántico de gol silenciado que sepultó Ben Yedder. El Sevilla suma ocho partidos sin perder y el Lega, siete.