El Athletic brinda por un 2019 que le haga renacer
Aprieta filas: se juega 120 años de permanencia en la élite
En 120 años de intensa historia, el Athletic solo se ha visto en otra igual en una ocasión. Fue el denominado en Bilbao bienio negro, un período que abarca septiembre de 2005 y junio de 2007, dos temporadas en las que el equipo se libró por los pelos del descenso.
Dos palabras que aún estremecen a la doctorada afición de San Mamés. Que las tiene como tabú. Pocos osan pronunciarlas. Y menos pensar que se puede repetir aquella congoja. Los cuerpos no están preparados para semejante madeja de tensión. Y menos tras cuatro participaciones europeas en seis años (una de ellas en Champions), el boato de un nuevo campo y la proclamación de que el club tiene enorme músculo económico: 300 millones de patrimonio neto.
La etapa de Josu Urrutia al frente de la nave desde 2011 ha sido de lo más reconfortante para la gente. Ha sacado las asambleas por un respaldo del 80%, se le han ido jugadores pagando la cláusula de rescisión pero el grupo no se ha resentido y han fortalecido la caja, y la mudanza al estadio ha sido modélica. Pero en su última pedalada ha llegado el lamparón.
El Athletic vive su peor momento de la última década. El equipo coquetea con el descenso y la sensación es que hay una plantilla envejecida y que no hay sustituto posible para el mago que ha soportado este milagro de jugar solo con gente del entorno y mantenerse en la élite europea. Aduriz, que cumple 38 años en febrero, no es eterno, su gasolina se consume y Williams aún no está preparado para tomar el relevo.
Urrutia siempre ha tenido mucho gusto con los entrenadores. El reclamo de Bielsa le catapultó en las elecciones con Macua y el primer año del técnico argentino despertó la ambición escondida de los leones. Del segundo, mejor no hablar. Luego llegó Valverde, el diplomático, el técnico con más partidos de la historia rojiblanca. Un tipo en los altares de la Catedral. Y se pinchó en hueso con Ziganda y con Berizzo. Así que ha llegado Garitano al rescate, el técnico del filial siguiendo un recurso habitual en Florentino Pérez en los últimos tiempos, con Zidane y Solari.
Garitano ha sacado en el último metro al equipo del descenso, con una victoria y dos empates. Eso sí, el último encuentro, con el Valladolid, dejó un regusto amargo, al ceder dos puntos en el descuento. La plantilla quiso brindar con As por que caiga el telón de este año funesto y por un próspero 2019. Está en juego más de un siglo de historia en la élite.
Garitano ha tomado las riendas y ha sacado al equipo de zona de descenso