Elizegi logra el ‘sorpasso’ y es nuevo presidente
Derrotó al continuista Uribe-Echevarría por tan solo 85 votos
El cocinero Aitor Elizegi dio un vuelco a todos los pronósticos y se impuso a Alberto UribeEchevarría, que representaba la fórmula del continuismo con la línea trazada por Josu Urrutia desde 2011, en las elecciones a la presidencia del Athletic. Llega la revolución a San Mamés.
Elizegi reventó todas las previsiones y culminó un sorpasso histórico en las elecciones del Athletic. El 28 de noviembre renunció a presentarse por carecer de avales y un mes después sacó del poder a toda la maquinaria oficialista. Los resultados oficiales se conocieron a medianoche: el cocinero se imponía por solo 85 votos. Cifras asombrosas que culminaban la cita con más igualdad y emoción de la historia de la entidad bilbaína.
El candidato continuista, Uribe-Echevarría, partía como clarísimo favorito desde el banderazo de salida en las elecciones del Athletic para suceder a Urrutia como trigésimo segundo presidente en la historia del club que acaba de cumplir 120 años, pero el hartazgo de la masa social hacia el talante de la junta en los últimos tiempos acabó por dar un vuelco a los pronósticos. Elizegi gobernará la nave bilbaína hasta el verano de 2022. Ha manejado muy bien los resortes del cambio, del populismo, y sale triunfante con la necesidad de dar un giro a una forma de llevar las riendas que ya no agradaba a la hinchada más fiel.
Desde que se abrieron las urnas, a las nueve de la mañana, se vino anunciando que la participación iba a ser baja, nada que ver con el techo alcanzado en el triunfo de Macua en 2011 (62% del censo). Salió de casa hacia las urnas el 46% (19.340) de los 41.354 socios con derecho a voto, entre los 44.171 con los que cuenta el club vizcaíno. En porcentajes, las mesas que congregaban a los más jóvenes o simpatizantes recientes apoyaron al cocinero y las de los veteranos, gente más tradicional, se decantaba por el contador de la última junta, pero con menos diferencia.
A pesar de que en estas elecciones podían votar 7.494 simpatizantes más que hace siete años y medio, la cita electoral fue la de menor participación de las tres últimas, las anteriores de 2011 (62%), en las que resultó elegido Josu Urrutia, y las de 2007 (51%), en las que ganó Fernando García Macua. Se equipararon a las de 2004 (45%), con Lamikiz como ganador.
Desde el principio las encuestas a pie de urna anunciaban batacazo para la línea oficial. Para Elizegi era un logro tan solo estar en la carrera electoral. Estuvo a punto de arrojar la toalla, como ocurrió con José Antonio Jainaga y Mario Fernández meses antes de este 27-D. Finalmente entró con todas las de la ley.
Por lo que se pudo palpar entre los socios, fue una jornada de ir a la contra: muchos de los que votaban por Uribe era porque no veían altura política a Elizegi y los adeptos de éste lo hacían por castigo al continuista, al que le condenó la autocomplacencia. Los candidatos permanecieron las doce horas junto a los socios que desfilaron. Uribe-Echevarría impugnó a última hora una mesa en la que se perdió el acta. Pero ya se sentía derrotado. Le fallaron los cálculos.
El ganador Hace un mes renunció a presentarse y al final dio el golpe
Afluencia Sólo votó el 46% de los socios (en 2011 se alcanzó un 62%)