Bale, una superestrella de cristal: 22 lesiones

Octava dolencia en el sóleo izquierdo ● El club ya no da partes médicos

Bale lívido y los médicos del Real Madrid inspeccionándole el sóleo izquierdo. Una escena que se ha convertido en crónica en el galés. Con la de ayer en el Estadio de la Cerámica, es su octava lesión en esa zona y la número 22 en total en el Madrid. Es la decimotercera vez que tiene que abandonar un partido por un problema físico. En total, se ha perdido 84 encuentros como madridista por este motivo...

Bale está obsesionado con sus problemas musculares (su ritual de estiramientos abarca el descanso de los partidos) hasta el punto de agujererarse las medias a la altura de los gemelos y renunciar a conducir Lamborghinis porque piensa que la postura de conducción es perjudicial.

En los entrenamientos y en los partidos, en cuanto siente que se ha podido romper o está al límite, se retira del césped.

Hermetismo. Y el Madrid, mientras, vive sus lesiones con psicosis. Ha pasado un año y tres meses desde su último parte médico oficial (octubre de 2017) y desde entonces se ha lesionado tres veces más. Sin notificación alguna. Una política de oscuridad que ya le provocó dos encontronazos con Gales y que no utiliza con el resto. Sin ir más lejos, el 31 de diciembre publicó el parte médico de la última lesión de Mariano y dos dos días después, el de la de Marcos Llorente. Ayer, Solari en la flash interview en Movistar+ Partidazo se limitó a decir que el galés sufrió “un golpe” y que su problema era “una sobrecarga”. Su recuperación será el enésimo misterio con Bale.