Osasuna deja sello de líder en su estadio maldito
Tercera derrota del Sporting en casa en cuatro partidos
Osasuna está en su momento más dulce en los últimos años y ello quedó marcado en El Molinón, un estadio maldito para su suerte porque su última victoria había que remontarse hasta 1986 para encontrarla, en Primera, y nada menos que hasta 1965 en Segunda. El primer triunfo navarro en Gijón en todo ese tiempo coloca a los rojillos como líderes provisionales de la categoría. Hizo méritos para ello.
El equipo de Jagoba Arrasate se aprovechó del cambio que ha pegado el Sporting en su estadio, no hace demasiado tiempo un fortín difícil de asaltar. Pero sobre todo se aprovechó de diez minutos espectaculares en la primera parte, que le sirvieron para abrir el marcador y tomar una ventaja que se le hizo enorme al conjunto local.
Desde el minuto 30 al 40, Osasuna se hizo con el balón, decidió jugar en campo contrario y asedió la portería de Mariño con cuatro ocasiones claras para hacer gol en cualquiera. Una de ellas, la de Oier, entró pero también pudieron marcar Torres, Rubén García y Fran Mérida.
Sin remate. En esos minutos, el equipo navarro mantuvo alejado de su portería a un Sporting que solo tuvo chispa y ritmo en el primer cuarto de hora. Pero no remató una sola vez a Rubén.
Con el objetivo de lograr remontar --circunstancia que no se produce en Gijón desde hace dos años--, José Alberto cambió el sistema y decidió jugar la segunda parte con dos delanteros. La entrada de Álex Alegría permitió a los locales acercarse a la portería rival y hubo ocasiones por medio de Hernán, Djurdjevic y Geraldes, pero los visitantes se mostraron seguros en defensa.
En el otro área, mientras, Roberto Torres puso el 0-2 y enmudeció un estadio que ha visto perder a su equipo en tres de los últimos cuatro partidos. Demasiado lastre ya para un aspirante al ascenso.
Clave
El equipo navarro fraguó el triunfo en 10 minutos magníficos