El Cupra Ateca es capaz de enamorar FICHA TÉCNICA
El primer modelo de la nueva marca de Seat se revela como un auténtico prodigio de calidad, prestaciones y deportividad, un todocamino para satisfacer a los muy exigentes
El Cupra Ateca es el primer modelo de la nueva marca de Seat, enfocada a la exclusividad y deportividad. Podría parecer una simple adaptación del exitoso todocamino ya conocido, pero lo cierto es que el desarrollo del producto va mucho más allá. Tanto es así, que hacía tiempo que un SUV no me sorprendía tan gratamente.
El diseño resulta lo más continuista de este Ateca. Cupra ha añadido detalles aerodinámicos y de acabados (al margen de su espectacular logotipo bronce) que refuerzan su dinamismo, pero en definitiva recuerda sin duda su origen de base Seat, sobre todo en el color blanco más discreto.
En el habitáculo también se respira el ambiente típico del Grupo Volkswagen en general y de la marca española en particular, aunque los materiales utilizados y el completísimo equipamiento llevan a un nivel superior una propuesta que aspira a competir con rivales de segmento de las marcas consideradas premium.
Destacan el tapizado de los asientos, la instrumentación completamente digital y configurable, el arranque sin llave, la asistencia al aparcamiento, las cámaras de visión periférica o un avanzado sistema de conectividad.
Sin embargo, cuando el Cupra Ateca deslumbra es al poner en marcha su motor e iniciar la marcha. Rugen entonces sus 300 CV y el cambio automático DSG de siete velo- cidades con levas en el volante invita a exprimir a tope ese espectacular rendimiento. La potencia se traslada al asfalto con una efectividad intachable gracias a su tracción total: inicialmente el coche se comporta como un tracción delantera, pero si aparecen pérdidas de motricidad entran en juego las ruedas posteriores.
La puesta a punto del chasis se revela exquisita, se aprecia el trabajo bien hecho de los especialistas de Cupra. Las suspensiones son firmes y los balanceos propios de los SUV se han esfumado; la dirección responde con precisión a la más mínima insinuación del volante y los frenos actúan con contundencia cuando es preciso. Casi un deportivo con aspecto de todocamino, aunque siempre muy razonable.