Chimy Ávila, héroe de la proeza del Huesca
Su gol en el 97’ le da vida y mete en crisis al Sevilla
Siga o no en Primera, la proeza del Huesca se recordará unos cuantos años. Un equipo heroico en los huesos que ha llegado a entrenarse con sólo 14 jugadores de campo esta semana tumbó al poderoso Sevilla con un gol de Chimy Ávila en el minuto 97. Un gol que salió desde el corazón del jugador, del club y casi de la ciudad. Un disparo agónico y poderoso cuando el equipo no tenía fuerzas para más. El 2-1 permite creer al Huesca en un milagro que expresó a la perfección el Chimy al final del partido (“bendiciones”) y deja al Sevilla y a Machín en una situación delicadísima y oficialmente en crisis
Al Sevilla, vulgar y ramplón fuera de casa como hacía años no se le veía, no le bastó el arreón final. Es cierto que se lanzó a por todo en los últimos minutos cuando al Huesca ya no le quedaba aire. Con seis minutos aún y el descuento por jugar Ben Yedder empató en un penalti que De Burgos Bengoetxea tardó siglos en pitar porque, aunque la acción de Herrera sobre Mercado era clara, Ben Yedder estaba al límite del fuera de juego. Hay una cosa que agradecerle al VAR. Ha extremado las emociones en las consultas y ha permitido descuentos más justos. Munir marcó, pero no valió. El final fue especialmente doloroso para el Sevilla pero no deja de ser el símbolo de un equipo desorientado y en franca caída.