ALTAMENTE REJUGABLE
Más de once años han transcurrido desde que Capcom publicase el último capítulo numerado de Devil May Cry, un título que fue poco innovador, pero que acercó la saga a todo tipo de público.
En esta quinta entrega la compañía japonesa arriesga un poco más introduciendo un nuevo personaje y consiguiendo implementar con éxito nuevas mecánicas de lucha.
Historia convincente. Aunque DMC 5 es un hack and slash puro, su trama está bien trabajada. Como es habitual los protagonistas tendrán que hacer frente a una horda de demonios que tratan de invadir la tierra. El juego está estructurado por capítulos, veinte más un prólogo que sirve
■ 69,99
■ PS4, XB0, PC como resumen de los acontecimientos acaecidos en entregas previas. El desarrollo de los niveles es lineal, con muy poco espacio para la exploración, salvo para conseguir objetos, y con un gran jefe final en cada uno. Tres protagonistas. Tres son los personajes que marcan el juego: dos viejos conocidos, Dante y Nero, y una nueva incorporación, V. Cada nivel debe ser superado por una de estas figuras, sin posibilidad de elegir cuál en bastantes casos.
Las luchas son espectaculares, cada uno de los personajes tiene su propio estilo de combate, sus movimientos, sus armas y sus combos, pero se ha hecho un gran trabajo para que sea bastante fácil pasar de uno a otro. La enorme variedad de opciones estratégicas existentes hace que cada usuario se encuentre cómodo con su estilo de combate.
Espectáculo visual. Capcom emplea tanto para el juego como las secuencias de vídeo su RE Engine, que ofrece un modelo de protagonistas y enemigos espectacular. Completar Devil May Cry 5 llevará entre diez y doce horas, pero el juego no acaba ahí sino que ofrece un nuevo modo, Hijo de Sparda, en el que se aumenta la dureza de los enemigos. A ello se suman otro tres niveles más de dificultad. Es todo un desafío pasar otra vez las fases con las armas adquiridas en la partida o con estrategias diferentes.